:lvg: | 30/9/2010
A la huelga estaban llamados también docentes y funcionarios, pero en la comarca, salvo excepciones, apenas hubo movilización en estos gremios. La mayoría de los centros educativos, curiosamente, estaban casi vacíos, pero no por falta de profesores, sino de alumnos. Según explicaron desde los recintos, en algunos casos se debió a problemas con el transporte, en otros fueron los padres quienes optaron por no enviar a sus hijos a clase por miedo a posibles incidencias y también hubo estudiantes que hicieron huelga por iniciativa propia.
La incidencia del paro fue más llamativa en los institutos que en los colegios, sobre todo en el caso del alumnado, cuyo porcentaje de ausencia llegó al 80%. Entre los docentes, el seguimiento osciló entre cero y el 40%.
Por lo que respecta a los funcionarios municipales, el seguimiento de la convocatoria no afectó apenas al funcionamiento de los concellos. Salvo en los casos de Muros, donde solo cuatro empleados acudieron a su puesto, y Mazaricos, ayuntamiento en el que solo funcionaron los servicios mínimos, en los demás el porcentaje de incidencia de la huelga se situó entre un 10 y un 30%. Destaca el caso de Lousame, en el que 100% de la plantilla trabajó.
Hospital
En cuanto al hospital de Barbanza, desde los sindicatos indicaron que funcionó con servicios mínimos. Sin embargo, fuentes sanitarias señalaron que la huelga tuvo una incidencia mínima en el complejo.
Una huelga convocada tarde, mal y arrastra. Era sabido que iba a ser un fracaso total por mucho que los sindicatos ahora inflen las cifras, les va en ello, a pesar de que sus piquetes más que informar, coaccionaron, amenazaron, bloquearon las puertas de muchos establecimientos, sobre todo de autónomos y en el peor de los casos, destruyeron sus escaparates.
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