30 septiembre 2010

Unas mil personas gritaron contra la reforma laboral en Ribeira y Noia

:lvg: | 30/9/2010

La CIG, que se manifestó al margen de las otras centrales, arremetió duramente contra UGT y CC.OO.
En el caso ribeirense, los sindicatos cifraron la asistencia muy por encima de los datos aportados por la policía.


Las manifestaciones con motivo de la huelga general tuvieron escenificación propia en la comarca. Hubo protestas tanto en Ribeira como en Noia. En el caso ribeirense, los convocantes eran Comisiones Obreras y UGT, que cifraron la participación en la marcha en mil personas, aunque la policía redujo esa cifra a algo menos de la mitad. En cuanto a Noia, fue la CIG quien llevó la batuta de la protesta, y tanto este sindicato como los agentes municipales coincidieron en señalar que fueron unas 450 personas las que salieron a la calle. Aunque con distintos convocantes, ambas protestas tuvieron un denominador común: expresar el no rotundo a la reforma laboral.

En Ribeira, tras recorrer los piquetes la inmensa mayoría de los locales comerciales, a media mañana, las rejas de casi todos los establecimientos permanecían bajadas y junto al mercado de abastos empezaron a oírse silbatos y a asomar las pancartas. De ahí partió la manifestación, que acabó desembocando en la plaza del Concello. Cierto es que el ambiente se fue caldeando poco a poco, por lo que los sindicatos dijeron primero que habría unas 300 personas y luego elevaron la cifra a los mil participantes. La Policía Local insistió en que, como mucho, se podría hablar de medio millar.

Sea como fuere, la protesta se hizo oír. Hubo gritos de «Zapatero traidor» y de «unidade sindical contra a reforma laboral». Luego, los líderes comarcales de UGT y Comisiones Obreras, Antonio Santamaría y Xosé Lamela respectivamente, se pusieron a los micrófonos instalados delante de la casa consistorial para felicitar al movimiento sindical. Santamaría insistió en que «o Goberno central defraudounos a todos, está facendo políticas ditadas polos mercados financeiros». En cuanto a Lamela, arrancó aplausos por doquier con frases como «que non vos convertan en mercancías, que esas non teñen dereitos, e os traballadores si».

Ambos se quejaron, y mucho, del amplio despliegue que hizo la Guardia Civil de Boiro para controlar la acción de los piquetes. Lo calificaron de «desproporcionado e trasnoitado» y señalaron que nada tiene que ver «coa axeitada forma de actuar tanto da Policía Nacional como da Local aquí en Ribeira».

Críticas

Por su parte, la CIG se manifestó en Noia, donde arremetió duramente contra los otros sindicatos: «Nós ofrecemos hai meses a UGT e CC.OO. un pacto para loitar contra esta reforma, pero eles preferiron as moquetas e os despachos das mesas de diálogo, algo que quedou demostrado que non serviu para nada», dijo Xan García. Este sindicalista también recriminó a las centrales nacionales «que non se molestaran en recorrer as fábricas para explicar as consecuencias desta reforma». Numerosos miembros del BNG respaldaron la manifestación noiesa.

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