14 febrero 2010

Los cerqueros acuden a la costera de la anchoa para salvar el año

Embarcaciones de Portosín y Ribeira también participarán en la campaña del verdel en el Cantábrico. Las escasas capturas en la plataforma gallega obligan a la mayoría de la flota a dedicarse al bocarte.

Alrededor de veinte embarcaciones del cerco con base en los puertos de Ribeira y Portosín acuden este año a la costera de la anchoa y del verdel con la intención de salvar el año. En los últimos meses, las capturas en la plataforma gallega han sido escasas y los ingresos demasiados reducidos. Esta semana, algunas embarcaciones estuvieron cogiendo un poco de jurel, pero insuficiente para hacer frente a los numerosos gastos, según apuntó un armador de Portosín.

La pesquería del bocarte no se abre hasta el día 1 de marzo. Sin embargo, la mayoría de la flota zarpó ayer y el pasado fin de semana con la intención de dedicarse a la captura del verdel en aguas del Cantábrico, una especie pelágica que comienza a verse en abundancia en el golfo de Vizcaya.

Hace una semana, tres embarcaciones de Portosín y dos de Ribeira pusieron rumbo a los puertos de Pasajes y Ondárroa, donde descargan sus capturas. Sin embargo, los primeros días de actividad no fueron nada buenos, pues solo pudieron salir a faenar el lunes. El mal tiempo les obligó a permanecer amarrados las siguientes jornadas.

A pesar de este contratiempo, las tripulaciones están animadas, pues «hai bastante peixe e estase a pagar entre os 0,36 e 0,78 euros o quilo», afirmó el patrón mayor de Portosín, Eduardo Carreño.

El resto de la flota barbanzana del cerco que participará en la costera de la caballa tenía previsto salir este fin de semana, siempre y cuando el tiempo lo permita, con la finalidad de comenzar a echar los aparejos mañana.

Tras un lustro

Armadores de Portosín señalaron que se ve bastante verdel y que, por el momento, las capturas están siendo buenas. Pero el principal motivo de que alrededor de veinte barcos del cerco de la comarca acudan a pescar al Cantábrico obedece al inicio de la costera del bocarte, que arranca el 1. Esta especie lleva cinco años prohibida, por lo que hay optimismo entre armadores y marineros, pues entienden que si hay pescado, «imos a salvar o ano, pois ata o de agora o noso sector está a pasalo moi mal debido ao pouco peixe».

La Voz de Galicia 14/2/2010

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