:lvg: | 27/02/2010
Contando los de fuera de la comarca, son siete los términos que tienen cuentas pendientes con la planta de Servia. Los ayuntamientos afectados, Noia, Lousame, Porto do Son y Carnota, deben el dinero a Serra do Barbanza.
La Mancomunidade Serra do Barbanza, que es la que paga a la empresa que gestiona la planta de tratamiento y reciclaje de basura de Servia, lleva años luchando con las deudas que mantienen con ella la mayoría de los concellos -da servicio a nueve términos-. La situación llegó a un punto tan crítico que la entidad decidió recurrir a la Xunta para cobrar lo suyo. Y consiguió su propósito. La Administración autonómica va a retenerle determinados fondos a los ayuntamientos para que vayan saldando sus cuentas pendientes con la recogida de basura. En la comarca, los afectados son Noia y Carnota y, en menor medida, Lousame y Porto do Son. Sin embargo, fuera de Barbanza, también hay municipios que verán retenidos sus ingresos: Ames, Rois y Cesures.
Tal y como señalaba ayer el presidente de Serra do Barbanza, el lousamiano Santiago Freire, lo que va a ocurrir es lo siguiente: al final de cada trimestre, la Xunta retendrá fondos de forma paulatina a los citados concellos procedentes del Plan de Cooperación Local o de los tributos del Estado. Freire señaló que, aunque ahora mismo la situación todavía no es peliaguda, si se sigue por este camino ,«a mancomunidade acabará asfixiada e sendo inviable». De ahí que se decidiese recurrir a esta medida tan drástica.
Freire también explicó que no todos los concellos están en la misma situación. Y que, quizás, en el caso de Porto do Son, Rois, Cesures y Lousame las cosas se arreglen sin que se llegue a la retención -que, en teoría, se aplica ya este mismo trimestre- pero que otras Administraciones, como Carnota, Noia y Ames sí deben unas cantidades importantes.
Círculo
Los dos únicos concellos que se salvan de la retención de fondos son Muros y Brión, ya que, aunque tampoco están al día en los pagos, las cantidades no eran significativas para para aplicarles esta medida. Freire señaló que, al tener la mancomunidad todas esas deudas, esta no le puede pagar a FCC, que es la empresa que gestiona la planta de Servia. De ahí que se intente romper ese círculo.
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