Los armadores gallegos que se encuentran desplazados en el País Vasco para participar en la campaña del verdel se encuentran en pie de guerra por los topes que el Gobierno ha fijado para las capturas a los barcos de menos de cien GT. Así, lo señaló ayer el responsable de los armadores de cerco de Portosín, Belarmino Rodríguez Agraso, ya que la mayoría de los afectados tienen base en ese puerto y en el de Ribeira.
El Correo Gallego 16/2/2010
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