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Medio siglo construyendo ciudad
Frinsa y su presidente recibieron un caluroso homenaje en Ribeira
El 27 de septiembre de 1961 se pusieron los cimientos de la primera factoría de Frinsa, una empresa ligada a Ribeira desde sus orígenes por decisión de su presidente, Ramiro Carregal, con 1.800 empleos directos y que actualmente posee en el polígono industrial de Xarás siete plantas dedicadas al procesado de productos pesqueros. Desde ayer, en la plaza de España, el mismo lugar en el que durante 35 años ejerció su actividad la primera Frinsa, una escultura y una placa sirven de «recoñecemento ao traballo da empresa Frinsa e do seu presidente, Ramiro Carregal Rey, no seu cincuenta aniversario».
Con una ambientación digna de un gran acontecimiento, las quinientas sillas colocadas se quedaron bastante escasas para acomodar a los asistentes. En primera fila, trabajadores de la conservera. En una ocasión tan especial, a todos los del turno de mañana se les dio libre para que pudieran acudir a un acto en el que se honró la labor de su presidente, hijo adoptivo de Ribeira, y en el que también se destacó el trabajo de quienes, cada día, han hecho posible el crecimiento de la empresa.
No a la deslocalización
Ramiro Carregal Rey subió al estrado para recoger de manos del alcalde, Manuel Ruiz, una copia en miniatura de la estatua que adorna la plaza de España. El empresario aseguró que Frinsa no se deslocalizará y recordó que la decisión de trasladar las factorías al polígono tuvo dos objetivos: «Salir del centro de la ciudad y garantizar a los vecinos que pudiera garantizarse la urbanización de este espacio y hacer posible una de las exigencias marcadas para que el parque industrial fuera una realidad, la reserva de suelo».
Carregal también señaló que se eligió abrir la primera fábrica en la actual plaza de España por su proximidad a la lonja y a los muelles de descarga.
Previamente, en un emotivo discurso, el regidor, Manuel Ruiz, aseguró: «Homenaxear aos que fixeron posible Frinsa é homenaxear a historia de Ribeira. Frinsa é parte da nosa historia colectiva e individual. Non hai ninguén que non teña un parente ou un amigo que non traballe en Frinsa».
Ruiz calificó como una obligación por parte del Concello tributar esta distinción al presidente de la compañía y ligó el presente y pasado de la ciudad a su actividad.
Faceta solidaria
Durante las intervenciones no solo se aludió a la faceta empresarial de Ramiro Carregal, sino que se incidió de manera especial en su solidaridad, en su capacidad para colaborar en todo aquello que se le solicitase, tanto a nivel cultural como deportivo y comercial.
Los numerosos vecinos que acudieron al acto caldearon el ambiente de una fría mañana otoñal. Tampoco faltaron personalidades del municipio, como el senador José Luis Torres, representantes de la vida política, empresarial y de las fuerzas de seguridad.
El homenaje arrancó con música, la del violonchelo del profesor del Conservatorio de Ribeira Ángel Blanco, que interpretó el preludio de la primera suite de Bach, y concluyó con las voces de los integrantes de la Coral de Ribeira, dirigidos por Enrique Paisal, que interpretaron O meu amor é mariñeiro y los himnos de Ribeira y de Galicia.
Al remate del acto de homenaje, muchas personas se acercaron para admirar la escultura del artista de Malpica y la animación continuó en la plaza durante muchos minutos.
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Con una ambientación digna de un gran acontecimiento, las quinientas sillas colocadas se quedaron bastante escasas para acomodar a los asistentes. En primera fila, trabajadores de la conservera. En una ocasión tan especial, a todos los del turno de mañana se les dio libre para que pudieran acudir a un acto en el que se honró la labor de su presidente, hijo adoptivo de Ribeira, y en el que también se destacó el trabajo de quienes, cada día, han hecho posible el crecimiento de la empresa.
No a la deslocalización
Ramiro Carregal Rey subió al estrado para recoger de manos del alcalde, Manuel Ruiz, una copia en miniatura de la estatua que adorna la plaza de España. El empresario aseguró que Frinsa no se deslocalizará y recordó que la decisión de trasladar las factorías al polígono tuvo dos objetivos: «Salir del centro de la ciudad y garantizar a los vecinos que pudiera garantizarse la urbanización de este espacio y hacer posible una de las exigencias marcadas para que el parque industrial fuera una realidad, la reserva de suelo».
Carregal también señaló que se eligió abrir la primera fábrica en la actual plaza de España por su proximidad a la lonja y a los muelles de descarga.
Previamente, en un emotivo discurso, el regidor, Manuel Ruiz, aseguró: «Homenaxear aos que fixeron posible Frinsa é homenaxear a historia de Ribeira. Frinsa é parte da nosa historia colectiva e individual. Non hai ninguén que non teña un parente ou un amigo que non traballe en Frinsa».
Ruiz calificó como una obligación por parte del Concello tributar esta distinción al presidente de la compañía y ligó el presente y pasado de la ciudad a su actividad.
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Durante las intervenciones no solo se aludió a la faceta empresarial de Ramiro Carregal, sino que se incidió de manera especial en su solidaridad, en su capacidad para colaborar en todo aquello que se le solicitase, tanto a nivel cultural como deportivo y comercial.
Los numerosos vecinos que acudieron al acto caldearon el ambiente de una fría mañana otoñal. Tampoco faltaron personalidades del municipio, como el senador José Luis Torres, representantes de la vida política, empresarial y de las fuerzas de seguridad.
El homenaje arrancó con música, la del violonchelo del profesor del Conservatorio de Ribeira Ángel Blanco, que interpretó el preludio de la primera suite de Bach, y concluyó con las voces de los integrantes de la Coral de Ribeira, dirigidos por Enrique Paisal, que interpretaron O meu amor é mariñeiro y los himnos de Ribeira y de Galicia.
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Ruiz: “Ribeira no se entiende sin mar ni tampoco sin Frinsa”
El Concello inauguró una escultura en la plaza de España para conmemorar los 50 años de la conservera de Carregal
El Concello de Ribeira inauguró ayer una escultura dedicada a Frinsa en la plaza de España, en el mismo lugar donde se fundó esta conservera hace 50 años. En un acto multitudinario, la obra del escultor Miguel Couto, que representa a dos mujeres sosteniendo un cesto de pescado, fue descubierta al público por el alcalde, Manuel Ruiz Rivas, y el presidente y fundador de la empresa homenajeada, Ramiro Carregal Rey.
El programa se inició con una interpretación musical a cargo del profesor de violonchelo Ángel Blanco, que dio paso a la intervención del artista malpicán Miguel Couto para describir su creación, de tres metros de altura y fabricada en bronce a la cera perdida.
Manuel Ruiz destacó que "o pasado, o presente e o futuro de Ribeira non se entende sen o mar, pero tampouco se entende sen Frinsa". A este respecto, resaltó el mérito de una empresa que apuesta firmemente por esta localidad, "a pesares de que nin o produto co que traballa é de aquí nin tampouco se vende aquí".
(Más información en El Correo Gallego)
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