28 febrero 2010

El gobierno sonense anuncia que la piscina municipal será una realidad en este mandato

:lvg: | 28/02/2010

Todavía quedan posos de la moción de censura. Los plenos sonenses son un enfrentamiento verbal continuo entre los ediles del PP y los miembros del gobierno formado por PSOE y BNG. Reproches y el «ti máis» siguen candentes entre los concejales de las tres formaciones políticas. A pesar de las diferencias y confrontaciones, también hay algo de tiempo para dedicarlo a cuestiones municipales. En la sesión ordinaria celebrada el viernes se aprobó, con la abstención de los populares y de Xabier Quiñoy, el inicio del proceso para construir la piscina municipal. Ánxela Franco anunció que las obras comenzarán dentro de un mes y será una realidad en este mismo mandato.

Pero esta infraestructura tiene historia. Mucha historia. Salió en el mismo paquete que la de Rianxo, hace varios años. Mientras que los rianxeiros disfrutan de las instalaciones, los sonenses todavía no vieron ni siquiera colocar la primera piedra.

Ánxela Franco, la primera teniente de alcalde, fue muy clara: «Temos garantido o seu financiamento por parte da Deputación. Dentro dun mes comezarán as obras». Incluso fue más allá y añadió que espera que se «converta en realidade neste mesmo mandato».

Acusaciones

La polémica saltó tras la intervención del portavoz popular, Manuel Tomé. Dijo que el equipo de gobierno cambió el proyecto que había hecho el PP para pagar favores a un arquitecto. «Vaise facer unha chambonada e o seu custe superará os dous millóns de euros, porque seguro que alguén ten que coller», subrayó.

Las acusaciones cayeron como una bomba en el seno del PSOE y su portavoz, Ramón Quintáns, tildó de sinvergüenza al ex alcalde y, cuando era reprendido por una edila del PP, le soltó: «Cala, falsificadora de facturas».

Otro asunto que dio para hablar, y mucho, fue la propuesta de la alcaldía de no recurrir la sentencia sobre la unidad de actuación número dos de Portosín, que fue rechazada por caducidad del expediente.

La aprobación de la ordenanza del precio público por la prestación del servicio del hogar provocó un nuevo enfrentamiento entre el bipartito y el PP. La popular Asunción Torres dijo que la ordenanza era necesaria pero recordó que hace cuatro meses ellos la llevaron a pleno y se la rechazaron: «É a mesma que traen agora e podía estar aprobada pero votaron en contra para torpedearnos». Franco dijo que tenía modificaciones.

Así se fraguó durante años la eterna piscina de Porto do Son


Para complacer todas las voluntades, la corporación sonense tuvo que votar el viernes tres propuestas relacionadas con la construcción de una piscina. Gobierno y oposición coincidieron en la necesidad de gestionar la infraestructura y que se ejecute durante el próximo mandato, pero discreparon sobre la ubicación, que dependerá de informes técnicos.

El alcalde, Ramón Quintáns, defendió un anteproyecto, con un coste estimado de 1,2 millones de euros, y con dos posibles ubicaciones: Tarela y Cadeiras. El portavoz del PP, Antonio González Groveiro, calificó la iniciativa de «electoralista» y de haber sido redactada sin adaptarse a la realidad de esos terrenos. Pidió que se retirase y que se buscase un lugar en el casco urbano. El regidor afirmó que no hay terrenos disponibles en el centro, y que haciéndola en Cadeiras o en Tarela se garantiza el fácil acceso, el aparcamiento y las maniobras de coches y autobuses. El portavoz del BNG, Gonzalo de Lucas, calificó también la idea de «electoralista», por lo que abogó por posponer el debate hasta después de los comicios. Sobre la ubicación, se decantó por el patio del Colegio Santa Irene o por las proximidades del centro de salud. Tras un debate, votaron tres propuestas. Las localizaciones del gobierno no prosperaron al oponerse el PP y abstenerse el BNG. Groveiro planteó entonces hacer un estudio para construir la piscina sobre la vieja escuela de A Atalaia, que cuajó con el apoyo del Bloque. Por último, los nacionalistas apostaron por que el pleno se comprometiera a edificarla en los próximos cuatro años y a buscar financiación y lugar, moción que también se aprobó con los votos del PP. Los socialistas se abstuvieron en las dos opciones de la oposición.


Si los trámites siguen un curso normal, nada impedirá al municipio sonense convertirse en el séptimo del área barbanzana en disponer de una piscina climatizada cubierta. En Noia, Ribeira y Boiro, ya funcionan instalaciones de estas características; a la de A Pobra, le falta el equipamiento; y en Muros y Outes, se están construyendo.

En Rianxo, el Concello encargó recientemente la redacción de un proyecto con ese mismo fin. En Lousame y Mazaricos, las que hay están al aire libre; mientras que los carnotanos carecen de momento de este tipo de infraestructuras.

En Porto do Son, la corporación municipal dio el visto bueno, por unanimidad, al proyecto constructivo de la piscina en un pleno ordinario celebrado el viernes.

El complejo deportivo sonense, que supondrá una inversión de 1,5 millones de euros, se levantará sobre una superficie de 1.577 metros cuadrados en A Tarela, en Noal. Además del vaso de baño, tendrá sauna.

El concejal del PP Antonio González Groveiro dijo que su grupo no se iba a oponer al proyecto, a pesar de que su partido había propuesto en su programa electoral una ubicación diferente para la piscina.

La portavoz del BNG, Ánxela Franco, sugirió como lo más conveniente aguardar al avance del nuevo planeamiento urbanístico para ver si se encuentra un emplazamiento más céntrico para dichas instalaciones. La edila frentista lamentó que los servicios se vayan fuera del casco urbano y criticó el «alto coste» que va a suponer el mantenimiento para los vecinos.

El alcalde, Ramón Quintáns, le respondió que el Concello carece de terrenos en el casco y que en A Tarela existe espacio de sobra para posibles ampliaciones futuras. También dijo que el Concello aportará un 18% de la inversión; Diputación y Xunta pondrán el resto.


El Concello de Porto do Son acaba de sacar a concurso las obras de construcción de la piscina climatizada cubierta. La nueva infraestructura se levantará en unos terrenos ubicados en la parroquia de Noal. En esta actuación, está prevista una inversión de 1,6 millones de euros.

Según las bases de la licitación, la empresa que resulte adjudicataria deberá tener listas las obras en un plazo de 14 meses, como máximo.

Para la contratación de los trabajos, el gobierno sonense ha optado por la vía de urgencia. Ahora, se abre un plazo de 13 días para que las empresas interesadas en construir el complejo deportivo presenten sus respectivas ofertas técnicas y económicas.

La mayor parte del coste que supondrá la ejecución del proyecto de la piscina será asumida por la Diputación.

El organismo provincial aportará 1,5 millones de euros para esta actuación. La parte restante de la financiación correrá a cargo de fondos municipales, concretamente de un préstamo bancario que está previsto que solicite el Concello. El proyecto de la piscina fue reformado en fechas recientes.



Los trabajos de construcción empezarán dentro de 15 días y costarán 1,6 millones. El futuro complejo deportivo dispondrá de salas de sauna, baño turco y masajes.
La empresa Alea comenzará dentro de 15 días las obras de construcción de la piscina climatizada cubierta del municipio sonense, en las que la Diputación invertirá más de 1,6 millones de euros. La primera piedra se colocó ayer. Aunque el plazo de ejecución fijado es de 10 meses, el alcalde, Ramón Quintáns Vila, calcula que las instalaciones podrán estar operativas a finales de este año.

El presidente del organismo provincial, Salvador Fernández Moreda, se desplazó ayer a la localidad de O Son para participar en el acto simbólico de puesta en marcha del proyecto. Previamente, fue recibido en la casa consistorial por el regidor y por representantes de todos los grupos políticos.

En su intervención, el mandatario agradeció la ayuda prestada durante los últimos cuatro años por la Diputación coruñesa y se quejó de que, antes de esta etapa, el municipio estaba «olvidado» por esa institución. Quintáns Vila subrayó la inversión efectuada en la reforma de la carretera que conduce de O Son a lo alto de A Armada y aludió a la elaboración del proyecto de mejora del vial que conecta Laranga con Olveira a través de Seráns.

Sobre esta última actuación, el regidor comentó que está pendiente de que la Xunta tramite la fase de expropiación de los terrenos afectados.

En cuanto a la piscina, Quintáns Vila incidió en que su construcción será costeada al 100% por la Diputación. También recordó que el ente provincial financia la dotación de hierba artificial al campo de fútbol de O Preguntoiro y dijo que el 17 de este mes remata el plazo para que las empresas presenten sus ofertas.

Por su parte, Salvador Fernández Moreda hizo hincapié en que la institución que preside lleva invertidos más de 5,5 millones de euros desde el 2004 en mejoras en el término sonense, sin contar las subvenciones concedidas.

El presidente provincial se hizo eco de unas palabras pronunciadas por el alcalde para defender el papel de las diputaciones y dejó constancia de que discrepa con quienes sostienen que dichos organismos son caciquiles.

Moreda también se refirió a la depuradora experimental con que la Diputación dotará a los núcleos de Tarrío y Orellán.

A continuación, uno de los redactores del proyecto de la piscina, Francisco Otero, explicó que se ubicará en A Tarela y detalló que constará de un vaso principal, de 25 por 12,5 metros; y de otro complementario, para aprendizaje. A mayores, el complejo dispondrá de sala de masajes, baño turco, sauna y vestuarios individuales y colectivos. El arquitecto comentó que al edificio se le podrán colocar en el futuro paneles solares y dijo que quedará una reserva de suelo para cuando se quiera añadir un gimnasio.



El gobierno de Porto do Son, capitaneado por Manuel Tomé, desveló uno de sus secretos mejor guardados: cómo será la piscina que quiere hacer en el municipio. Acompañado del equipo de arquitectos que se encargaron de hacer el proyecto, pertenecientes al estudio Novan&Vesson, Tomé le explicó a la corporación local que el edificio dedicado a la piscina también incorporaría gimnasio, sauna y un yacusi.

Ayudados por una pantalla con imágenes del futuro complejo, los arquitectos explicaron que el edificio, que tendrá una superficie total de 2.800 metros cuadrados, de los cuales 1.400 serán útiles y que estará situado en el monte de A Tarela, incorporará 13 duchas con cambiador, una docena de vestuarios y 15 inodoros. Cabe destacar que cada uno de los departamentos será individual.

A diferencia de otras piscinas, ni el vaso, que tendrá 12,5 metros de ancho por 25 de largo, ni el interior del edificio estarán revestidos en gresite, sino que en tiras de mármol que irán separadas unos centímetros entre sí, lo que facilitará la limpieza del complejo deportivo.

Bajo mantenimiento

Uno de los aspectos que destacaron los arquitectos es que las instalaciones tendrán un coste de mantenimiento bajo. Y es que, las tiras de cristal estriado que se colocarán en la fachada guardan el calor en invierno y evitan que entre en verano, lo que supone un ahorro del 60% de energía para caldear o refrescar el lugar. Pero esto no es todo, puesto que parte de la cubierta soportará una lámina de agua, lo que ayudará a regular la temperatura.

Entre los sistemas pioneros que incorporará la futura piscina de Porto do Son, que será sometida a votación plenaria el viernes, se encuentra el modo de desinfección del agua, que se hará por rayos ultravioleta. Este método de purificación solo lo tiene en Galicia la piscina de Allariz.


No empezó con buen pie y acabó como el rosario de la aurora. El polémico inicio del pleno ordinario sonense ya hacía presagiar que la sesión no remataría con todos los ediles sentados en su puesto, y así fue. Aunque esta vez la tensión en el salón de plenos superó con creces a la de anteriores ocasiones y la sesión concluyó entre gritos, insultos y acusaciones.

Tras un largo debate que comenzó con una discusión sobre el contenido de las actas de plenos anteriores que el secretario de la corporación zanjó afirmando que no constarán aquellas intervenciones y expresiones que no tengan trascendencia «porque non entra dentro da normalidade» y en el que se trató la delegación de competencias a la Diputación para la tramitación de las denuncias por infracciones de tráfico, una moción para que se peatonalice la plaza de O Curro y una propuesta para reordenar los servicios de la casa de cultura de Portosín, el pleno estaba a punto de finalizar sin mayores vicisitudes.

Respuesta

Sin embargo, de buenas a primeras, y mientras el equipo de gobierno daba respuesta a la preguntas planteadas por la oposición en la sesión anterior, se montó una gresca con pocos precedentes que tuvo como protagonistas al portavoz socialista, Moncho Quintáns, y al edil popular José Antonio Martínez, y que se desató debido a la alusión que hizo este último a un supuesto piso propiedad del edil del PSOE.

No era la primera vez en la sesión que se hacía referencia a que Quintáns era dueño de un piso que este no quería reconocer, pero el último comentario de Martínez provocó que perdiese los papeles. Según afirmó el socialista más tarde, «o concelleiro dixo que eu tiña un piso en Santiago que mo regalou o promotor de Villa del Náutico». Fue entonces cuando empezaron los gritos y el cruce de expresiones del tipo «golfo» o «sinvergüenza».

La violenta escena a punto estuvo de pasar de las palabras a los hechos, aunque finalmente Quintáns y todo su grupo, así como los demás miembros de la oposición, abandonaron la sala sin necesidad de que la Policía Local, avisada por el alcalde, tuviera que intervenir.

Piscina

Al margen de los encontronazos entre los concejales, el pleno se desarrolló sin demasiados problemas, ya que solo uno de los puntos incluidos en el orden del día tenía peso como para dar pie a un arduo debate: la aprobación del proyecto de la piscina municipal.

Aunque finalmente la iniciativa salió adelante con los votos del gobierno, el BNG, Alternativa Veciñal de Porto do Son e Independientes de Porto do Son, y la abstención del PSOE, la oposición dejó bien claro que no estaba demasiado conforme con el proyecto, en especial los socialistas. Así, mientras el BNG ahondó en si la instalación sería viable y en la importancia de que la gestionase el Concello directamente, así como en los medios para financiar su construcción -la Diputación aporta 1,5 millones pero la piscina costará 2,5-, el PSOE hizo hincapié en el retraso en la ejecución del proyecto y en el excesivo coste que este tiene, ya que supera en un millón de euros al presentado por el anterior gobierno municipal.

Además, el ejecutivo sonense hizo, sin éxito, un último intento por que se debatiese una moción de urgencia para que el Concello se adhiriese a Deloa, entidad que gestionará los fondos europeos. La oposición rechazó por tercera vez la urgencia de debatir la propuesta y el regidor anunció que era la última vez que el asunto de llevaba a pleno dada «a falta de interese» por parte de la corporación.


El presidente de la Diputación, el socialista Salvador Fernández Moreda, se acercó ayer a Porto do Son dispuesto a escuchar las necesidades del recién estrenado grupo de gobierno. A pesar de que Moreda en esta ocasión no acudía a anunciar obras -aseguró que siempre que estuvo en el municipio fue para comunicar intervenciones- ayer vino con un pan bajo el brazo en la que fue su primera visita a la localidad desde que la moción apartase del poder al conservador Manuel Tomé. Así, Moreda anunció, antes de que el nuevo alcalde, Pastor Rodríguez, le pidiese nada, que aumentaba hasta 1,5 millones de euros la cuantía económica que el ente que dirige destinará a la construcción de la piscina climatizada de la localidad.

Acto seguido, y en medio de la satisfacción de los miembros del bipartito sonense, capitaneados por el socialista Pastor Rodríguez y por la nacionalista Ánxela Franco, el presidente de la Diputación de A Coruña explicó que este dinero supone incrementar en 110.000 euros la cantidad que el ente diputacional concedió al ejecutivo sonense a lo largo de la última legislatura de Quintáns para poner en pie la piscina climatizada.

Minutos después de conocer la noticia, el alcalde y la teniente de alcalde, acompañados de otros miembros del equipo de gobierno, se dispusieron a enseñarle a Moreda diversas infraestructuras que necesitan de urgentes mejoras.

Casa de cultura

El primero de los lugares que visitaron fue la que iba a ser la casa de cultura de Xuño. Un proyecto iniciado hace años, cuando Quintáns todavía ocupaba el sillón de la alcaldía y que, por falta de financiación, finalmente no pudo ser llevado a cabo.

Por eso, el grupo de gobierno instó a la Diputación a que colabore económicamente para poder eliminar los cimientos de lo que iba a ser el salón de actos, así como para acondicionar el terreno. Y es que, según indicó Quintáns, la idea es construir un nuevo edificio «partiendo desde cero».

Acto seguido, la nueva corporación se encaminó hacia la carretera diputacional que une el término sonense de Laranga, situado en la parroquia de Xuño, con el de Espiñeirido, en Ribeira. La idea era recordarle al presidente de la Diputación que todavía no se había realizado el anunciado el ensanchamiento del citado vial. Así, Moreda explicó que estaban pendientes de que la Xunta diese orden para que se iniciara la expropiación de los terrenos que necesitan para ampliar el trazado.

El presidente del ente provincial, que durante el acto anunció que se iba a realizar una serie de mejoras en la localidad encaminadas a reducir el consumo energético, visitó una de las últimas obras financiadas por la entidad al frente de la que se encuentra: la casa de cultura de Portosín. Los miembros del gobierno le mostraron algunas de las deficiencias que posee.

Antes de dar por finalizada la visita, la nacionalista Ánxela Franco, apuntó que espera que esta primera visita sirva para que «os proxectos pendentes sexan unha realidade».

Esta piscina va camino de rivalizar con el emblemático puente Nafonso, al que su autor dedicó una cantiga por no poder terminarlo: Adeus ti, Ponte Nafonso, non sei quen te acabará, trinta anos me levaches, flor da miña mocedá (Adiós Ponte Nafonso, no se quién te acabará, treinta años me llevaste, la flor de mi juventud).

Si contabilizamos las promesas que todos los partidos llevaban en sus programas electorales y las que publicaron en la prensa, no andaría muy errado si dijese que llevamos camino de superar ese récord, con la salvedad que el puente fue mandado construir en el Siglo XIV por Alfonso IX.

Analizando una parte de toda la información existente en las hemerotecas, hay muchas cosas sin sentido, una de ellas es que este proyecto re-aprobado el viernes hace más de 3 años costaba 1,6 millones de euros y ahora solo 1,5 millones.

Otra cosa ilógica es el posicionamiento del BNG. La señora Franco que en su día votó en contra de ese mismo proyecto y sin embargo votó a favor del presentado por el PP, ahora sin explicar el porque, no tiene ningún inconveniente en recuperar y hacer suyo el que antes no le gustaba. ¿A que se puede deber este cambio de postura?

Otro mismo sucede con su ubicación, su partido y ella misma reclamaba su ubicación en pleno casco urbano y ahora le da igual y no hablemos de lo que largaron por su boca contra el autor del proyecto. Ya lo dice el refrán: no salives nunca para arriba, porque te puede caer en la cara.

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