Puede que los disfraces sean el pan y la sal de los carnavales. Pero la gastronomía, con las orejas, las filloas y los manjares porcinos como protagonistas, no le va a la zaga. Lo saben bien en Porto do Son y en Boiro, donde este fin de semana los estómagos se llenaron de auténticas exquisiteces típicas de estas fechas. A Boliña, en el municipio boirense, y la plaza de España, en el caso sonense, fueron las zonas cero de los sabores dulces y salados.
En Boiro, fueron numerosos los vecinos que desafiaron al frío para no perderse la celebración en el campo de Revelar, en A Boliña. En teoría, la fiesta estaba dedicada a la oreja porcina. Pero lo cierto es que no faltó ni este manjar ni tampoco las típicas orejas de carnavales. Para hacer bien la digestión, se movió el esqueleto a ritmo de rock.
Mientras, en Porto do Son, ayer por la tarde, distintos colectivos se encargaron de que en la plaza de España no faltasen filloas y morcillas, entre otras viandas. Todo un regalo para los estómagos.
En Boiro, fueron numerosos los vecinos que desafiaron al frío para no perderse la celebración en el campo de Revelar, en A Boliña. En teoría, la fiesta estaba dedicada a la oreja porcina. Pero lo cierto es que no faltó ni este manjar ni tampoco las típicas orejas de carnavales. Para hacer bien la digestión, se movió el esqueleto a ritmo de rock.
Mientras, en Porto do Son, ayer por la tarde, distintos colectivos se encargaron de que en la plaza de España no faltasen filloas y morcillas, entre otras viandas. Todo un regalo para los estómagos.
La Voz de Galicia 15/2/2010
0 comentarios:
Publicar un comentario