:ecg: | 2/9/2010
Sólo Ames, Carnota y Noia acumulan una deuda que ronda los 3,3 millones de euros. La mancomunidad lucha contra el reloj para que los concellos paguen antes del 30 de octubre.
Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), la empresa concesionaria del servicio de recogida y tratamiento de basuras de la mancomunidad de municipios Serra do Barbanza, ha pedido a este órgano supramunicipal la rescisión del contrato por falta de pago de los concellos que lo integran y, en especial, de tres de ellos: Ames, Carnota y Noia, que acumulan una deuda que ronda los 3,3 millones de euros. La empresa, que gestiona la planta de residuos de Servia, en Lousame, ha dado de plazo hasta el 30 de octubre para regularizar la situación o, en caso contrario, emprenderá acciones judiciales para anular el convenio y reclamar los intereses de demora correspondientes, según avanzó ayer el alcalde de este municipio, Santiago Freire Abeijón. Si esto se lleva a cabo esto supondría la quiebra de la mancomunidad, reconoció el regidor lousamiano.
Este ultimátum ha llevado a la mancomunidad a convocar reuniones urgentes con los mandatarios de los municipios que la integran con el fin de instarlos a que se pongan al día en los pagos. Según pudo saber este diario, algunos de ellos se escudan en que la Xunta ya les está reteniendo parte de sus ingresos estatales para hacer frente a las cantidades adeudadas.
Ames, con una cantidad que ronda los dos millones de euros, es el concello con la deuda más alta seguida de Carnota, con más de 700.000 euros (500.000 dice el alcalde), y Noia, con unos 600.000 euros. Este último municipio ya se comprometió a abonar esa cifra, que corresponde casi en su totalidad a una sentencia judicial firme.
En el extremo opuesto está el Concello de Brión, que es el único que está al corriente de pago, apuntaron fuentes del órgano supramunicipal.
Lousame es otro de los casos especiales, ya que FCC le reclama 200.000 euros en concepto de los servicios que le presta. Sin embargo y según apuntó Freire Abeijón, el asunto está pendiente de resolver porque el concello exige a la empresa otra cantidad similar en concepto de tasas e impuestos generados por la planta de compostaje de Servia.
Los demás municipios de la mancomunidad, Muros, Porto do Son, Rois y Pontecesures, acumulan deudas más reducidas que oscilan entre los 30.000 y los 60.000 euros y que serían asumibles para su pago inmediato.
El presidente de Serra do Barbanza y alcalde de Muros, Domingos Dosil, no pudo concretar ayer las cantidades exactas que adeuda cada municipio por encontrarse de viaje oficial y no disponer de ese dato.
Por su parte, la empresa declinó ayer hacer declaraciones y se remitió a la mancomunidad. En este sentido, el alcalde de Lousame explicó que FCC no ve rentable la explotación de la planta en las condiciones actuales, no sólo por la deuda que acumulan los concellos, sino al caer las cantidades de residuos que otros gestores llevaban a la planta a reciclar y que supone una reducción de los ingresos de unos 600.000 euros al año.
Si se va Fomento deberá buscar una nueva firma
En caso de no alcanzar un acuerdo con Fomento, la mancomunidad Serra do Babanza quedaría muy tocada, aunque intentaría buscar una nueva empresa que se hiciera cargo del servicio.
Otro de los problemas que debe resolver la entidad supramunicipal es el traslado del polvorín que está situado en las inmediaciones de la planta de Servia. Los alcaldes están a la espera de mantener una reunión con Medio Ambiente para firmar un convenio que les posibilitaría la adquisición de unos terrenos para ubicar la empresa de explosivos.
La planta de compostaje de Servia entró en funcionamiento en junio de 2003 y da trabajo a más de un centenar de personas.
Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), la empresa concesionaria del servicio de recogida y tratamiento de basuras de la mancomunidad de municipios Serra do Barbanza, ha pedido a este órgano supramunicipal la rescisión del contrato por falta de pago de los concellos que lo integran y, en especial, de tres de ellos: Ames, Carnota y Noia, que acumulan una deuda que ronda los 3,3 millones de euros. La empresa, que gestiona la planta de residuos de Servia, en Lousame, ha dado de plazo hasta el 30 de octubre para regularizar la situación o, en caso contrario, emprenderá acciones judiciales para anular el convenio y reclamar los intereses de demora correspondientes, según avanzó ayer el alcalde de este municipio, Santiago Freire Abeijón. Si esto se lleva a cabo esto supondría la quiebra de la mancomunidad, reconoció el regidor lousamiano.
Este ultimátum ha llevado a la mancomunidad a convocar reuniones urgentes con los mandatarios de los municipios que la integran con el fin de instarlos a que se pongan al día en los pagos. Según pudo saber este diario, algunos de ellos se escudan en que la Xunta ya les está reteniendo parte de sus ingresos estatales para hacer frente a las cantidades adeudadas.
Ames, con una cantidad que ronda los dos millones de euros, es el concello con la deuda más alta seguida de Carnota, con más de 700.000 euros (500.000 dice el alcalde), y Noia, con unos 600.000 euros. Este último municipio ya se comprometió a abonar esa cifra, que corresponde casi en su totalidad a una sentencia judicial firme.
En el extremo opuesto está el Concello de Brión, que es el único que está al corriente de pago, apuntaron fuentes del órgano supramunicipal.
Lousame es otro de los casos especiales, ya que FCC le reclama 200.000 euros en concepto de los servicios que le presta. Sin embargo y según apuntó Freire Abeijón, el asunto está pendiente de resolver porque el concello exige a la empresa otra cantidad similar en concepto de tasas e impuestos generados por la planta de compostaje de Servia.
Los demás municipios de la mancomunidad, Muros, Porto do Son, Rois y Pontecesures, acumulan deudas más reducidas que oscilan entre los 30.000 y los 60.000 euros y que serían asumibles para su pago inmediato.
El presidente de Serra do Barbanza y alcalde de Muros, Domingos Dosil, no pudo concretar ayer las cantidades exactas que adeuda cada municipio por encontrarse de viaje oficial y no disponer de ese dato.
Por su parte, la empresa declinó ayer hacer declaraciones y se remitió a la mancomunidad. En este sentido, el alcalde de Lousame explicó que FCC no ve rentable la explotación de la planta en las condiciones actuales, no sólo por la deuda que acumulan los concellos, sino al caer las cantidades de residuos que otros gestores llevaban a la planta a reciclar y que supone una reducción de los ingresos de unos 600.000 euros al año.
Si se va Fomento deberá buscar una nueva firma
En caso de no alcanzar un acuerdo con Fomento, la mancomunidad Serra do Babanza quedaría muy tocada, aunque intentaría buscar una nueva empresa que se hiciera cargo del servicio.
Otro de los problemas que debe resolver la entidad supramunicipal es el traslado del polvorín que está situado en las inmediaciones de la planta de Servia. Los alcaldes están a la espera de mantener una reunión con Medio Ambiente para firmar un convenio que les posibilitaría la adquisición de unos terrenos para ubicar la empresa de explosivos.
La planta de compostaje de Servia entró en funcionamiento en junio de 2003 y da trabajo a más de un centenar de personas.
Uno se pregunta a donde van a parar los impuestos que pagamos por la retirada de la basura. ¿Mala gestión de los alcaldes o desvío para otros menesteres?
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