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Varios dirigentes dan por sentado que habrá que formar una gestora, aunque algunos creen que aparecerá un «salvador»
Hace ahora un año, la FEB celebró una asamblea llamada a ser la de su refundación, y la presidenta de la patronal comarcal, Gladys Bermúdez, superó con éxito una moción de confianza que ella misma planteó ante las dudas sobre su gestión expresadas públicamente por algunos directivos. Doce meses después todo sigue igual en la Federación de Empresarios do Barbanza, con el agravante de que acaba de abrirse un proceso electoral y no se vislumbra que haya nadie dispuesto a coger el timón de la entidad.
La cuestión sobre la existencia de candidatos para dirigir la FEB ya se planteó al término de la asamblea en la que se acordaron los plazos de los comicios y ninguno de los asistentes dio el sí como respuesta.
Ni directivos ni socios
Los presidentes de las patronales manifiestan que no se postularán para el cargo y, por lo que dicen, no tienen constancia de que ningún socio de sus respectivas entidades esté dispuesto a presentar sus credenciales.
Uno de los nombres que suena con fuerza para tomar las riendas de la Federación de Empresarios do Barbanza es el del responsable de la patronal pobrense, Manuel Tomé, precisamente uno de los hombres que se mostró crítico con la gestión de Gladys Bermúdez y con su continuidad al frente de la FEB. Sin embargo, Tomé niega rotundamente que tenga intención de presentarse.
El empresario pobrense está entre el grupo de dirigentes que afirma estar convencido de que el día 16, fecha fijada para las votaciones, el puesto quedará desierto y no habrá más alternativa que constituir una gestora. Incluso, Tomé considera que los aspectos relativos a la composición de esta hipotética gestora, al tiempo que deberá estar al frente de la entidad y a sus funciones, deberían haberse acordado ya en la asamblea del lunes: «En previsión de lo que pueda pasar», dijo.
Claro que esta es solo una hipótesis, porque entre quienes componen la patronal comarcal tampoco faltan los convencidos de que, a última hora, aparecerá un «salvador» que se muestre dispuesto a tomar el mando antes de que el buque insignia del empresariado barbanzano quede a la deriva.
En el supuesto de que este capitán in extremis no llegase a aparecer, la constitución de la gestora no parece que vaya a suponer un problema. Aunque Gladys Bermúdez señaló hace meses que abandona por motivos personales y porque considera que debe dar por concluida su etapa, tampoco está dispuesta a dejar la nave sin gobierno y, salvo que se acordara otra cosa, se mantendría al frente con carácter provisional y bajo la convocatoria de un nuevo proceso electoral.
Hace ahora un año, la FEB celebró una asamblea llamada a ser la de su refundación, y la presidenta de la patronal comarcal, Gladys Bermúdez, superó con éxito una moción de confianza que ella misma planteó ante las dudas sobre su gestión expresadas públicamente por algunos directivos. Doce meses después todo sigue igual en la Federación de Empresarios do Barbanza, con el agravante de que acaba de abrirse un proceso electoral y no se vislumbra que haya nadie dispuesto a coger el timón de la entidad.
La cuestión sobre la existencia de candidatos para dirigir la FEB ya se planteó al término de la asamblea en la que se acordaron los plazos de los comicios y ninguno de los asistentes dio el sí como respuesta.
Ni directivos ni socios
Los presidentes de las patronales manifiestan que no se postularán para el cargo y, por lo que dicen, no tienen constancia de que ningún socio de sus respectivas entidades esté dispuesto a presentar sus credenciales.
Uno de los nombres que suena con fuerza para tomar las riendas de la Federación de Empresarios do Barbanza es el del responsable de la patronal pobrense, Manuel Tomé, precisamente uno de los hombres que se mostró crítico con la gestión de Gladys Bermúdez y con su continuidad al frente de la FEB. Sin embargo, Tomé niega rotundamente que tenga intención de presentarse.
El empresario pobrense está entre el grupo de dirigentes que afirma estar convencido de que el día 16, fecha fijada para las votaciones, el puesto quedará desierto y no habrá más alternativa que constituir una gestora. Incluso, Tomé considera que los aspectos relativos a la composición de esta hipotética gestora, al tiempo que deberá estar al frente de la entidad y a sus funciones, deberían haberse acordado ya en la asamblea del lunes: «En previsión de lo que pueda pasar», dijo.
Claro que esta es solo una hipótesis, porque entre quienes componen la patronal comarcal tampoco faltan los convencidos de que, a última hora, aparecerá un «salvador» que se muestre dispuesto a tomar el mando antes de que el buque insignia del empresariado barbanzano quede a la deriva.
En el supuesto de que este capitán in extremis no llegase a aparecer, la constitución de la gestora no parece que vaya a suponer un problema. Aunque Gladys Bermúdez señaló hace meses que abandona por motivos personales y porque considera que debe dar por concluida su etapa, tampoco está dispuesta a dejar la nave sin gobierno y, salvo que se acordara otra cosa, se mantendría al frente con carácter provisional y bajo la convocatoria de un nuevo proceso electoral.
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