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Hay más de ochenta pacientes al día y el servicio tuvo que ser reforzado
Quizás porque la sequía se está aliando con las infecciones respiratorias, agravándolas en muchos casos, el hospital de Barbanza continúa colapsado. Lleva un mes con una media de urgencias diarias de algo más de ochenta pacientes. Incluso hubo jornadas en las que llegaron a esta área del complejo sanitario un total de 106 o 107 enfermos. Esta situación, unida a que las camas están muy justas en este centro y a que en urgencias el espacio es muy reducido, provoca un reguero de problemas.
Para empezar, obviamente, con tantos pacientes, se ralentiza su atención. Fuentes sanitarias indicaron que se intenta reforzar los turnos, sobre todo de enfermería y auxiliares, pero que esto no siempre es posible. Habitualmente, en urgencias atienden por el día tres médicos y un supervisor -este último, únicamente por las mañanas-, cuatro enfermeros y cuatro auxiliares. Y, por las noches, dado que se reduce un poco la afluencia de enfermos, están de guardia dos facultativos, tres enfermeros y dos auxiliares. Estos días hubo refuerzos siempre que fue posible, para intentar evitar las largas esperas.
Otro de los problemas radica en el espacio. En urgencias el sitio es claramente insuficiente, y en este último mes hubo que poner camas en pasillos y lugares no habituales. Como las plantas también están colapsadas, todas las jornadas hay pacientes pendientes de ingreso. Ayer por la mañana, siete personas esperaban por una cama.
Más graves
Por si con esto fuese poco, resulta que este año las afecciones respiratorias están siendo complicadas, más graves que en otras ocasiones, y que buena parte de los pacientes necesitan o bien ingresar o que se vigile su respiración durante varias horas. De momento, la situación no parece que vaya a revertir, ya que se continúa con cifras de atenciones elevadas tanto de día como de noche.
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