:lvg: | 24/06/2010
«Remar todos na mesma dirección». Eso era la consigna de los cuatro representantes de las cofradías de la ría de Muros-Noia tras la reunión mantenida con altos cargos de la Consellería do Mar para limar asperezas y volver a trabajar de forma conjunta. Las relaciones entre los dirigentes de las cofradías quedaron muy deterioradas en las últimas semanas, y más aún cuando se decidió el inicio de la actividad extractiva en los bancos de libre marisqueo. La intención es retomar los planes conjuntos por el bien «dos mariñeiros».
Las diferencias entre los representantes de las entidades marineras de Muros, Porto do Son, Noia y Portosín se agrandaron en las últimas semanas e incluso hubo amenazas veladas que serían muy perjudiciales para los socios de las cuatro cofradías.
La polémica saltó hace varios meses cuando los dirigentes estudiaban la puesta en marcha del plan conjunto de la navaja. No hubo acuerdo y las tiranteces comenzaron a aflorar en el seno de las cuatro cofradías.
Con unas relaciones bastante deterioradas llegó la hora de fijar el inicio de la apertura de la campaña de la almeja roja en las zonas de libre marisqueo. A la cita solo acudieron Muros y Noia, que acordaron que la actividad se iniciase el pasado lunes. La decisión no gustó a los portavoces de los pósitos de Porto do Son y Portosín, que consideraban que el acuerdo tenía que ser por consenso.
Contactos
A raíz de esta decisión hubo un cruce de declaraciones que acabó con la intervención de los representantes de la Consellería do Mar, que mediaron en el conflicto. Tras una toma de contacto en solitario con cada entidad, ayer se convocó una reunión con todos los implicados para intentar limar asperezas y que las aguas volviesen a su cauce.
Los patrones mayores de Muros, Porto do Son y Noia y el vicepatrón mayor de Portosín, volvieron a sentarse a la misma mesa para hablar de los problemas surgidos en los últimos meses. El director xeral de Recursos Mariños, Pablo Ramón Fernández Asensio, así como altos cargos de la Consellería do Mar, fueron los encargados de reconducir la situación para que los cuatro pósitos volviesen a unir esfuerzos en proyectos comunes. Aunque en la reunión hubo momentos tensos, los asistentes salieron con la lección bien aprendida y una única consigna: «Traballar polo ben dos nosos asociados», apuntaron algunas fuentes. En un principio, se sentaron las bases para reconducir la situación, pero todavía quedan cuestiones pendientes que habrá que resolver.
Normalidad
Tomás Fajardo, el responsable de la entidad de Porto do Son, fue muy parco en palabras y no quiso ahondar más en las discrepancias surgidas en los últimos meses. Aún así, comentó que durante el encuentro con representantes de la consellería en Santiago «houbo un principio de acordo». Comentó que ahora espera que las aguas vuelvan a su cauce y se den por enterrados los problemas surgidos.
«O mellor é que todo volva á normalidade para que os mariñeiros non sexan os prexudicados debido a este enfrontamento», dijo Fajardo.
Por último, el patrón mayor sonense reconoció que tiene que imperar el sentido común de una vez por todas, pues lo único que interesa es trabajar «polo ben de todos»
Las diferencias entre los representantes de las entidades marineras de Muros, Porto do Son, Noia y Portosín se agrandaron en las últimas semanas e incluso hubo amenazas veladas que serían muy perjudiciales para los socios de las cuatro cofradías.
La polémica saltó hace varios meses cuando los dirigentes estudiaban la puesta en marcha del plan conjunto de la navaja. No hubo acuerdo y las tiranteces comenzaron a aflorar en el seno de las cuatro cofradías.
Con unas relaciones bastante deterioradas llegó la hora de fijar el inicio de la apertura de la campaña de la almeja roja en las zonas de libre marisqueo. A la cita solo acudieron Muros y Noia, que acordaron que la actividad se iniciase el pasado lunes. La decisión no gustó a los portavoces de los pósitos de Porto do Son y Portosín, que consideraban que el acuerdo tenía que ser por consenso.
Contactos
A raíz de esta decisión hubo un cruce de declaraciones que acabó con la intervención de los representantes de la Consellería do Mar, que mediaron en el conflicto. Tras una toma de contacto en solitario con cada entidad, ayer se convocó una reunión con todos los implicados para intentar limar asperezas y que las aguas volviesen a su cauce.
Los patrones mayores de Muros, Porto do Son y Noia y el vicepatrón mayor de Portosín, volvieron a sentarse a la misma mesa para hablar de los problemas surgidos en los últimos meses. El director xeral de Recursos Mariños, Pablo Ramón Fernández Asensio, así como altos cargos de la Consellería do Mar, fueron los encargados de reconducir la situación para que los cuatro pósitos volviesen a unir esfuerzos en proyectos comunes. Aunque en la reunión hubo momentos tensos, los asistentes salieron con la lección bien aprendida y una única consigna: «Traballar polo ben dos nosos asociados», apuntaron algunas fuentes. En un principio, se sentaron las bases para reconducir la situación, pero todavía quedan cuestiones pendientes que habrá que resolver.
Normalidad
Tomás Fajardo, el responsable de la entidad de Porto do Son, fue muy parco en palabras y no quiso ahondar más en las discrepancias surgidas en los últimos meses. Aún así, comentó que durante el encuentro con representantes de la consellería en Santiago «houbo un principio de acordo». Comentó que ahora espera que las aguas vuelvan a su cauce y se den por enterrados los problemas surgidos.
«O mellor é que todo volva á normalidade para que os mariñeiros non sexan os prexudicados debido a este enfrontamento», dijo Fajardo.
Por último, el patrón mayor sonense reconoció que tiene que imperar el sentido común de una vez por todas, pues lo único que interesa es trabajar «polo ben de todos»
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