:lvg: | 12/06/2010
El conflicto entre las cofradías de Portosín y Porto do Son contra la de Noia se ha enquistado. Los dirigentes sonenses acusaron a los noieses de decidir la apertura de la campaña de la almeja roja sin consultar con ellos. También los culparon de triplicarles el precio de los carnés de mariscadores pasando de los 30 a los 90 euros. Ayer, el patrón mayor de Noia, Santiago Cruz, remitió un escrito a los armadores de ambas entidades para explicarles los motivos del incremento. Al mismo tiempo, pide a sus homólogos que cambien de actitud para reconducir esta situación hacia la concordia y el buen hacer.
Cruz indica en su misiva que el motivo principal del aumento de los recibos «non é outro que a falta de colaboración económica, humana e de todo tipo, no plan de explotación de libre marisqueo por parte das súas confrarías, pese a terllo requirido en varias reunións».
Gastos
Para el responsable del cabildo noiés, la participación en la vigilancia, puntos de control, uso de lanchas, combustible y apertura de lonjas generan «uns gastos dos que só participan Muros e Noia».
Las relaciones entre los pósitos de la ría sufrieron un deterioro importante, según Cruz, a raíz del conflicto «xurdido polo fracaso das negociacións para elaborar un plan conxunto para toda a ría da navalla. Trala rotura, debido a que Muros non permitía acceder ás súas autorizacións de navalla e O Son ao plan do percebe, as outras agrupacións fixeron imposible ese acordo».
Reunión
Desde la entidad marinera noiesa se apunta a que, tras ese intento fallido, se acordó seguir tal y como estaba la situación el año pasado, anunciando Noia que presentaría uno propio con los mismos límites que en el plan para la ostra, entre punta Uhía y punta Cabalo. En ese momento, «o patrón maior de Porto do Son manifesta que esa zona é de libre marisqueo».
La Xunta organizó una reunión para intentar arreglar los desencuentros entre las cuatro cofradías de la ría y convocó una asamblea el 31 de mayo a la que tanto Porto do Son como Portosín se «negaron a acudir porque dixeron que non tiñan nada do que falar. Esta actitude provocou que doce mariñeiros de Noia non poidan estar traballando a día de hoxe».
Cruz indica en su misiva que el motivo principal del aumento de los recibos «non é outro que a falta de colaboración económica, humana e de todo tipo, no plan de explotación de libre marisqueo por parte das súas confrarías, pese a terllo requirido en varias reunións».
Gastos
Para el responsable del cabildo noiés, la participación en la vigilancia, puntos de control, uso de lanchas, combustible y apertura de lonjas generan «uns gastos dos que só participan Muros e Noia».
Las relaciones entre los pósitos de la ría sufrieron un deterioro importante, según Cruz, a raíz del conflicto «xurdido polo fracaso das negociacións para elaborar un plan conxunto para toda a ría da navalla. Trala rotura, debido a que Muros non permitía acceder ás súas autorizacións de navalla e O Son ao plan do percebe, as outras agrupacións fixeron imposible ese acordo».
Reunión
Desde la entidad marinera noiesa se apunta a que, tras ese intento fallido, se acordó seguir tal y como estaba la situación el año pasado, anunciando Noia que presentaría uno propio con los mismos límites que en el plan para la ostra, entre punta Uhía y punta Cabalo. En ese momento, «o patrón maior de Porto do Son manifesta que esa zona é de libre marisqueo».
La Xunta organizó una reunión para intentar arreglar los desencuentros entre las cuatro cofradías de la ría y convocó una asamblea el 31 de mayo a la que tanto Porto do Son como Portosín se «negaron a acudir porque dixeron que non tiñan nada do que falar. Esta actitude provocou que doce mariñeiros de Noia non poidan estar traballando a día de hoxe».
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