:lvg: | 24/06/2010
Vecinos y farmacéuticos denuncian que esta fórmula obliga a los pacientes a ir cada pocos días a la botica. Porto do Son, Lousame, Outes y Boiro tienen un sistema a medio camino entre el papel y el electrónico.
Farmacéuticos y vecinos de Porto do Son, Outes, Lousame y Boiro están que trinan a cuenta de las nuevas recetas médicas. Resulta que en estos municipios no se pasó directamente del método antiguo, es decir, del papel, al electrónico, sino que ahora mismo están en una especie de transición -llevan así alrededor de un mes- que combina ambas cosas. El caso es, según cuentan tanto pacientes como responsables de las farmacias, que esta fórmula está provocando un caos. Antes de explicar los motivos de tal desaguisado, una profesional pronuncia una frase que da buena cuenta de la situación: «Que se lle faga isto a xente enferma é inhumano, un crime».
El problema principal radica en que, con este método, el paciente, aunque en teoría lleva recetas electrónicas, tiene que presentar papeles en la farmacia para conseguir los medicamentos, o sea, como hacía antes. El intríngulis es que, antes, un enfermo que necesitase varios fármacos conseguía las pertinentes recetas, que llevaba a la botica juntas, en el mismo día. Sin embargo, ahora está estipulado que cada compuesto ha de dispensarse en un determinado momento, por lo que muchos pacientes tienen que «acudir unha, dúas, tres e ata catro veces para completar todo o que teñen que tomar».
Dado que se trata, en su mayoría, de núcleos rurales en los que viven muchas personas mayores, el problema no es pequeño. Dicen los profesionales que hay quien pierde las recetas o que, por falta de medios de transporte para ir tantas veces a la farmacia, muchas personas llegan a interrumpir sus tratamientos. Obviamente, con este panorama, todo el mundo se queja.
En la nevera
«A xente anda tola, e non é de estrañar, teñen que vir varias veces para conseguir os medicamentos que antes levaban todos xuntos. Nós recomendámoslles poñer os papeis pegados na porta da neveira, ou noutro sitio visible, pero aínda así pérdenos», se quejaba ayer una farmacéutica de Porto do Son. El Concello sonense transmitió las quejas a las autoridades sanitarias.
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Los residentes deben desplazarse para solicitar algunos fármacos
«Breve»
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El problema principal radica en que, con este método, el paciente, aunque en teoría lleva recetas electrónicas, tiene que presentar papeles en la farmacia para conseguir los medicamentos, o sea, como hacía antes. El intríngulis es que, antes, un enfermo que necesitase varios fármacos conseguía las pertinentes recetas, que llevaba a la botica juntas, en el mismo día. Sin embargo, ahora está estipulado que cada compuesto ha de dispensarse en un determinado momento, por lo que muchos pacientes tienen que «acudir unha, dúas, tres e ata catro veces para completar todo o que teñen que tomar».
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En la nevera
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