26 junio 2010

Los padres del colegio de Baroña reclaman que se construya un aula de infantil

:lvg: | 26/06/2010
Los progenitores no entienden por qué la consellería dilata una obra imprescindible en el centro.


En el colegio de Baroña, en Porto do Son, hay una aula única para educación infantil, es decir, para los niños de 3, 4, y 5 años. Es un recinto de alrededor de 30 metros cuadrados en el que este año se dio cabida a 19 pequeños. Obviamente, el espacio se queda raquítico y las posibilidades de hacer juegos u otras actividades son mínimas. De ahí que los padres y el propio centro lleven tiempo intentando que se habilite un nuevo espacio; un lugar que permita desdoblar el grupo de infantil. Sin embargo, no dejan de aparecer piedras en su camino. Ayer, algunos de los progenitores se reunieron para analizar qué es lo que van hacer para evitar que llegue septiembre y el problema siga sin solución.

Según cuentan los padres, en su día, durante el bipartito, se decidió que se iba a habilitar un nuevo espacio que permitiese hacer realidad ese sueño del desdoble, es decir, para que los niños de 3, 4 y 5 años no tuviesen que compartir aula. Según señalan, la nueva Xunta también asumió ese proyecto. Sin embargo, últimamente, y siempre según la versión de los progenitores, parece que la consellería se echó atrás y que dice que la actuación no es de su competencia.

Aumenta la matrícula

Ante esta circunstancia, los padres empezaron a preocuparse. Y es que, si este curso las cosas ya estuvieron complicadas, con un total de 19 alumnos en el aula, el próximo año se avecina peor. No en vano, la matrícula de infantil es de 21 críos. Por tanto, el espacio se quedará aún más pequeño para que puedan desarrollar la actividad académica.

Por este motivo, los progenitores y el centro no dejan de mover ficha. Contactaron con Educación y, al enterarse de que se pretendía que fuese el Concello el que asumiese la obra, también trasladaron la situación a los responsables municipales. Al parecer, estos estarían dispuestos a colaborar para llevar adelante la iniciativa, siempre que la Xunta también lo hiciese.

Los progenitores insisten en que, la haga la Administración que la haga, la obra debería salir adelante. Y es que, de lo contrario, en septiembre se toparán con una situación peliaguda, con 21 niños compartiendo un espacio en el que, aparentemente, no coge ya un alfiler entre pupitres y demás mobiliario.

¿Qué dicen de la Xunta? La jefa territorial de la consellería, Teresa Villaverde, señaló ayer que actuar en este tipo de centros, que siguen el modelo de las viejas escuelas unitarias, no es competencia de la Xunta, sino de la Administración local. Dice que en alguna ocasión colaboraron, poniendo calefacción o haciendo otras mejoras, pero que la consellería nunca se comprometió a habilitar un aula nueva. De todas maneras, señaló que va a tener una reunión con la dirección del centro para informar al respecto.

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