:lvg: | 08/05/2010
El portavoz nacional del Bloque recordó la necesidad de que se haga el polígono y la variante de Portosín.
El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, hizo ayer una visita de récord al municipio. Llegó casi a primera hora de la mañana y, cuando se marchó, ya casi se había puesto el sol. Sin embargo, eso no es lo más significativo. Lo que más llama la atención es todo lo que le dio tiempo a ver y conocer. Estuvo con los empresarios, con los marineros, con la corporación, vio la casa del futuro museo... Ese decir, su visita fue un no parar. Una de las conclusiones que se pueden sacar de su paso por las tierras sonenses es el compromiso del BNG de defender a capa y espada ante la Xunta la mejora de las comunicaciones viarias del término.
La presencia de Vázquez hizo que también recalase en Porto do Son la diputada Ana Pontón, la voz de los frentistas barbanzanos en la cámara gallega. Los dos políticos forasteros fueron recibidos por la familia nacionalista sonense casi al completo, desde la capitana del Bloque, Ánxela Franco, al responsable local de la formación, Gerardo Vázquez pasando por el resto de concejales frentistas. Aunque, lógicamente, se trataba de un acto directamente relacionado con una opción política, Vázquez también mantuvo contacto con el alcalde, Xoán Pastor Rodríguez.
A partir de ahí, tanto él como Pontón y Ánxela Franco quisieron dejar claro que Porto do Son necesita que se mejoren sus comunicaciones viarias -citaron la variante de Portosín- y que se construya el polígono industrial. Pontón recordó las iniciativas presentadas por el BNG en el Parlamento con respecto a estas cuestiones y también criticó lo que va a pasar con la futura autovía hacia Noia. Cree que las obras del ejecutivo de Feijoo «levan aparellados procesos de privatización encubertos» y aludió a que la Xunta no quiere tener responsabilidades en el mantenimiento y conservación de las nuevas vías de alta capacidad.
Distintas reuniones
Ya fuera de la casa consistorial, Vázquez, Pontón y el resto de la comitiva política mantuvieron distintas reuniones. Estuvieron con los responsables de las cofradías de Porto do Son y de Portosín, que le hablaron, entre otras cosas, de la necesidad de eliminar los vertidos directos a la ría. Luego, también se vieron con los dirigentes de la patronal donde, como no podía ser de otra manera, se habló de la parálisis del polígono.
Antes de partir, Vázquez aún tuvo tiempo de observar la casa que los sonenses quieren convertir en museo del mar y de hablar de asuntos de plena actualidad en el contexto gallego. Por ejemplo, aludió a la fusión de las cajas. Señaló que Alberto Núñez Feijoo tiene que actuar de forma inmediata para que «o proceso que está en marcha non siga podrecendo».
El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, hizo ayer una visita de récord al municipio. Llegó casi a primera hora de la mañana y, cuando se marchó, ya casi se había puesto el sol. Sin embargo, eso no es lo más significativo. Lo que más llama la atención es todo lo que le dio tiempo a ver y conocer. Estuvo con los empresarios, con los marineros, con la corporación, vio la casa del futuro museo... Ese decir, su visita fue un no parar. Una de las conclusiones que se pueden sacar de su paso por las tierras sonenses es el compromiso del BNG de defender a capa y espada ante la Xunta la mejora de las comunicaciones viarias del término.
La presencia de Vázquez hizo que también recalase en Porto do Son la diputada Ana Pontón, la voz de los frentistas barbanzanos en la cámara gallega. Los dos políticos forasteros fueron recibidos por la familia nacionalista sonense casi al completo, desde la capitana del Bloque, Ánxela Franco, al responsable local de la formación, Gerardo Vázquez pasando por el resto de concejales frentistas. Aunque, lógicamente, se trataba de un acto directamente relacionado con una opción política, Vázquez también mantuvo contacto con el alcalde, Xoán Pastor Rodríguez.
A partir de ahí, tanto él como Pontón y Ánxela Franco quisieron dejar claro que Porto do Son necesita que se mejoren sus comunicaciones viarias -citaron la variante de Portosín- y que se construya el polígono industrial. Pontón recordó las iniciativas presentadas por el BNG en el Parlamento con respecto a estas cuestiones y también criticó lo que va a pasar con la futura autovía hacia Noia. Cree que las obras del ejecutivo de Feijoo «levan aparellados procesos de privatización encubertos» y aludió a que la Xunta no quiere tener responsabilidades en el mantenimiento y conservación de las nuevas vías de alta capacidad.
Distintas reuniones
Ya fuera de la casa consistorial, Vázquez, Pontón y el resto de la comitiva política mantuvieron distintas reuniones. Estuvieron con los responsables de las cofradías de Porto do Son y de Portosín, que le hablaron, entre otras cosas, de la necesidad de eliminar los vertidos directos a la ría. Luego, también se vieron con los dirigentes de la patronal donde, como no podía ser de otra manera, se habló de la parálisis del polígono.
Antes de partir, Vázquez aún tuvo tiempo de observar la casa que los sonenses quieren convertir en museo del mar y de hablar de asuntos de plena actualidad en el contexto gallego. Por ejemplo, aludió a la fusión de las cajas. Señaló que Alberto Núñez Feijoo tiene que actuar de forma inmediata para que «o proceso que está en marcha non siga podrecendo».
Como se nota que los políticos ya han comenzado a calentar motores para salir bien colocados en las próximas elecciones municipales, como si de una carrera de F1 o de motos se tratase.
La necesidad de un polígono en Porto do Son es la misma que había cuando la señora Taboas (BNG) vino personalmente a prometerlo. Si ahora se hace, en todo caso será gracias a los actuales gestores, nunca a viejas promesas.
¿Alguien sabría nombrar la obras que ejecutó el bipartito en Porto do Son?
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