:lvg: | 22/05/2010
El recorte de Zapatero pasó desapercibido en la celebración de santa Rita.
Dada la que hay montada en España a cuenta del recorte del sueldo a los funcionarios, todo parecía indicar que Zapatero sería protagonista en las conversaciones de los trabajadores públicos de la comarca, que ayer se reunieron en Noia para celebrar la fiesta de su patrona, santa Rita. Sin embargo, y quizás por aquello de olvidarse de los problemas en los días de ocio, los empleados pasaron por alto esa cuestión. Al menos hasta que se sentaron a comer, los temas del día eran otros. Se hablaba del sol de justicia imperante, de lo bonita que es Noia y sus monumentos, de si había venido fulanito o menganito... Pero del recorte salarial nada de nada por ningún sitio.
Sobre el mediodía, trabajadores y políticos empezaron a darse cita delante de la casa consistorial de Noia. Allí les esperaban varios miembros de la corporación, con el alcalde a la cabeza. Pronto, García Guerrero hizo piña con sus homólogos de Outes y Porto do Son -al parecer, horas más tarde los mandatarios incluso acabarían hablando de fusionar los concellos- y los tres partieron luego hacia la misa de rigor, en San Francisco. Algo similar hicieron los trabajadores, para luego acudir a la casa consistorial, donde se sirvió un vino y donde alguno de los ediles anfitriones, como José Rodríguez Agulleiro, demostró que se le da bien eso de hacer las veces de camarero.
Relacionada
Tras el aperitivo, pies en polvorosa hacia el restaurante San Marcos. Ahí, la fiesta se preveía larga. Comida, música y... diversión, bastante diversión.
Muchos de los cien asistentes elogiaron la restauración hecha en el claustro de San Francisco
Dada la que hay montada en España a cuenta del recorte del sueldo a los funcionarios, todo parecía indicar que Zapatero sería protagonista en las conversaciones de los trabajadores públicos de la comarca, que ayer se reunieron en Noia para celebrar la fiesta de su patrona, santa Rita. Sin embargo, y quizás por aquello de olvidarse de los problemas en los días de ocio, los empleados pasaron por alto esa cuestión. Al menos hasta que se sentaron a comer, los temas del día eran otros. Se hablaba del sol de justicia imperante, de lo bonita que es Noia y sus monumentos, de si había venido fulanito o menganito... Pero del recorte salarial nada de nada por ningún sitio.
Sobre el mediodía, trabajadores y políticos empezaron a darse cita delante de la casa consistorial de Noia. Allí les esperaban varios miembros de la corporación, con el alcalde a la cabeza. Pronto, García Guerrero hizo piña con sus homólogos de Outes y Porto do Son -al parecer, horas más tarde los mandatarios incluso acabarían hablando de fusionar los concellos- y los tres partieron luego hacia la misa de rigor, en San Francisco. Algo similar hicieron los trabajadores, para luego acudir a la casa consistorial, donde se sirvió un vino y donde alguno de los ediles anfitriones, como José Rodríguez Agulleiro, demostró que se le da bien eso de hacer las veces de camarero.
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