:lvg: | 12/05/2010
Ribeira y Porto do Son están entre los lugares de la comarca en los que se piden las rentas más elevadas. Las inmobiliarias afirman que los precios se mantienen como el año pasado y, en algún caso, hasta han bajado.
La recesión económica ha provocado ligeros ajustes en el mercado del arrendamiento de pisos para el verano, una fuente de ingresos alternativa para muchas familias de la comarca. Los precios se mantienen con respecto a la temporada pasada y, en muchos casos, incluso bajan. De hecho, el alquiler medio de un inmueble para el verano se sitúa en la comarca en los 1.200 euros, una cantidad que se mantiene en parámetros muy similares a los del 2008.
Incluso, las agencias consultadas coincidieron en manifestar que los dueños de las viviendas son ahora menos reacios a bajar el importe con tal de asegurar el cliente. Como explica una profesional ribeirense, hace dos o tres años solo se reducía la tarifa cuando se aproximaba el inicio de julio o agosto y el apartamento continuaba libre, y ahora se hace mucho antes.
La playa de Coroso continúa estando entre las más cotizadas. Sin embargo, lugares como Aguiño y Castiñeiras también ejercen un fuerte tirón y dominan el mercado. El otro gran foco de atracción, en lo que al turismo veraniego se refiere, está en Portosín. De hecho, por los datos obtenidos en las agencias, prácticamente no existen diferencias en cuanto a costes entre las primeras líneas de playa de Ribeira y de Porto do Son.
Pocas llamadas
El hecho de que los precios se mantengan con respecto a temporadas pasadas es solo un indicador de cómo está la situación. Otro aspecto a tener en cuenta es la evolución de las reservas. Sin excepción, los representantes de las agencias consultadas -salvo una de Noia, que dijo no tener todavía listo el catálogo de pisos de verano- manifestaron que el nivel de contratos efectuados para los meses de julio y agosto está muy por debajo de lo habitual en esta época del año.
El encargado de una oficina muradana aseguró que todavía tienen libre un 60% de la oferta, mientras que la dueña de una agencia ribeirense manifestó que, por el momento, prácticamente ni han tenido llamadas.
Por su parte, la responsable de una inmobiliaria de Rianxo expresaba la situación de esta manera: «Para agosto hay algo reservado, pero para julio nada. A estas alturas, el nivel de llamadas de gente preguntando debería ser el doble del que se está registrando».
En términos similares se expresa una trabajadora boirense: «Bastante menos que en temporadas precedentes».
La recesión económica ha provocado ligeros ajustes en el mercado del arrendamiento de pisos para el verano, una fuente de ingresos alternativa para muchas familias de la comarca. Los precios se mantienen con respecto a la temporada pasada y, en muchos casos, incluso bajan. De hecho, el alquiler medio de un inmueble para el verano se sitúa en la comarca en los 1.200 euros, una cantidad que se mantiene en parámetros muy similares a los del 2008.
Incluso, las agencias consultadas coincidieron en manifestar que los dueños de las viviendas son ahora menos reacios a bajar el importe con tal de asegurar el cliente. Como explica una profesional ribeirense, hace dos o tres años solo se reducía la tarifa cuando se aproximaba el inicio de julio o agosto y el apartamento continuaba libre, y ahora se hace mucho antes.
La playa de Coroso continúa estando entre las más cotizadas. Sin embargo, lugares como Aguiño y Castiñeiras también ejercen un fuerte tirón y dominan el mercado. El otro gran foco de atracción, en lo que al turismo veraniego se refiere, está en Portosín. De hecho, por los datos obtenidos en las agencias, prácticamente no existen diferencias en cuanto a costes entre las primeras líneas de playa de Ribeira y de Porto do Son.
Pocas llamadas
El hecho de que los precios se mantengan con respecto a temporadas pasadas es solo un indicador de cómo está la situación. Otro aspecto a tener en cuenta es la evolución de las reservas. Sin excepción, los representantes de las agencias consultadas -salvo una de Noia, que dijo no tener todavía listo el catálogo de pisos de verano- manifestaron que el nivel de contratos efectuados para los meses de julio y agosto está muy por debajo de lo habitual en esta época del año.
El encargado de una oficina muradana aseguró que todavía tienen libre un 60% de la oferta, mientras que la dueña de una agencia ribeirense manifestó que, por el momento, prácticamente ni han tenido llamadas.
Por su parte, la responsable de una inmobiliaria de Rianxo expresaba la situación de esta manera: «Para agosto hay algo reservado, pero para julio nada. A estas alturas, el nivel de llamadas de gente preguntando debería ser el doble del que se está registrando».
En términos similares se expresa una trabajadora boirense: «Bastante menos que en temporadas precedentes».
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