:ecg: | 01/06/2010
La Guardia Civil de Porto do Son se enfrenta a una oleada de robos de madrugada que se ha dejado notar, especialmente en los últimos 20 días, en establecimientos. En las últimas semanas los agentes vienen investigando los tres robos perpetrados en el bar Cortizo, los dos en el mesón A Roda, otro en un bar de Portosín, en el área recreativa de Alboreda de San Pedro de Muro y varios intentos más, incluso en la iglesia parroquial de Noal.
Además, la Guardia Civil investiga la destrucción de los aparejos de un barco de cerco de Portosín, cuyo armador, Gonzalo Pérez, denunció en los últimos días la utilización de explosivos en la pesca. Los hechos ocurrieron este fin de semana, pero fue ayer cuando iba a salir para faenar cuando se enteró. Considera que puede tratarse de una "venganza" por su denuncia. Los daños fueron causados con un líquido corrosivo y podrían rondar los 12.000 euros.
Todos estos hechos han provocado que algunos de los afectados pidan al Concello que haga un esfuerzo para dotar a la Policía Local de un servicio nocturno, del que carece actualmente por falta de efectivos.
Uno de los establecimientos más afectados fue el bar Cortizo, ubicado en el número 42 de O Camiño Novo, en la travesía de la AC-550 en pleno casco urbano. El local recibió la visita tres veces de los cacos y un intento más en poco más de veinte días. Los ladrones, tras forzar una puerta posterior, se llevaron un botín que ronda los 6.000 euros, a los que hay que añadir dos televisores, 8 kilos de pulpo, 2 kilos de chuletas y 2 solomillos.
Las actividades de esta banda (o bandas) de ladrones también se cebaron con el mesón A Roda, donde entraron dos veces. Aquí sustrajeron unos mil euros en efectivo y la recaudación de la máquina tragaperras, cuya cantidad aún no se cuantificó.
Al mismo tiempo, los amigos de lo ajeno se llevaron parte del vallado de madera del área recreativa de Alboreda, en San Pedro de Muro, e intentaron entrar en la iglesia de Noal.
Además, la Guardia Civil investiga la destrucción de los aparejos de un barco de cerco de Portosín, cuyo armador, Gonzalo Pérez, denunció en los últimos días la utilización de explosivos en la pesca. Los hechos ocurrieron este fin de semana, pero fue ayer cuando iba a salir para faenar cuando se enteró. Considera que puede tratarse de una "venganza" por su denuncia. Los daños fueron causados con un líquido corrosivo y podrían rondar los 12.000 euros.
Todos estos hechos han provocado que algunos de los afectados pidan al Concello que haga un esfuerzo para dotar a la Policía Local de un servicio nocturno, del que carece actualmente por falta de efectivos.
Uno de los establecimientos más afectados fue el bar Cortizo, ubicado en el número 42 de O Camiño Novo, en la travesía de la AC-550 en pleno casco urbano. El local recibió la visita tres veces de los cacos y un intento más en poco más de veinte días. Los ladrones, tras forzar una puerta posterior, se llevaron un botín que ronda los 6.000 euros, a los que hay que añadir dos televisores, 8 kilos de pulpo, 2 kilos de chuletas y 2 solomillos.
Las actividades de esta banda (o bandas) de ladrones también se cebaron con el mesón A Roda, donde entraron dos veces. Aquí sustrajeron unos mil euros en efectivo y la recaudación de la máquina tragaperras, cuya cantidad aún no se cuantificó.
Al mismo tiempo, los amigos de lo ajeno se llevaron parte del vallado de madera del área recreativa de Alboreda, en San Pedro de Muro, e intentaron entrar en la iglesia de Noal.
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