:lvg: | 08/06/2010
El próximo curso escolar implicará sustanciales novedades para trece centros formativos de la comarca, nueve institutos y cuatro colegios, que han sido incluidos en la primera fase del proyecto Abalar. En virtud de este plan impulsado por la Xunta para la implantación de las nuevas tecnologías en la educación, unos 644 estudiantes de quinto de primaria y de primero de secundaria dispondrán de ordenador portátil en el aula.
Para estos alumnos que formarán parte del plan piloto, los equipos informáticos se convertirán en una herramienta de trabajo cotidiana en todas las asignaturas. Eso sí, desde las escuelas integradas en el programa Abalar explican que la incorporación de los ordenadores no significará la eliminación de los libros de texto y también aclaran que los chavales no podrán llevarse los portátiles a sus casas.
Además de un aparato por alumno, cada aula beneficiada será equipada con un encerado digital y con un monitor para los docentes. Al mismo tiempo, los centros dispondrán de la instalación necesaria para el correcto funcionamiento de estos dispositivos, desde redes wifi hasta cañones de imágenes.
En líneas generales, los responsables educativos de los trece centros barbanzanos que forman parte de la primera fase del plan consideran que su puesta en marcha es positiva. Así lo manifestaba el director del Jaime Balmes, Alfonso Miguéns: «Non nos podemos quedar atrás. Hai que ir avanzando, aínda que isto non vai resolver os problemas existentes no ámbito educativo».
Ratio de alumnos
Entre las dificultades a las que alude Miguéns se encuentra la ratio de alumnos por aula que, indica, en el caso de ESO está establecida en 30 estudiantes, a los que hay que sumar quienes repitan curso.
La previsión existente en las escuelas seleccionadas es que los ordenadores lleguen en el mes de agosto. En este momento se prevé que haya 644 estudiantes beneficiados. Sin embargo, esta cifra oscilará sensiblemente en función del número de repetidores y de las variaciones que puedan registrarse en las preinscripciones hasta ahora efectuadas.
En algunos centros, técnicos de la Xunta comprobaron las instalaciones para verificar si se ajustan a las nuevas exigencias. Este fue el caso del instituto de Porto do Son, según comentó su director, Bernardo Campos. En otras escuelas, como la de A Pobra, personal contratado por la Xunta se encargó de la colocación de los elementos necesarios hace unos tres meses.
La incorporación de los ordenadores supondrá un importante cambio en los recintos que han sido elegidos en esta primera fase. De hecho, hasta ahora las aulas de informática constituían el primer paso para la aproximación tecnológica de los alumnos y cada vez eran más usadas con fines didácticos.
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Los coordinadores de cada escuela recibirán formación
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En líneas generales, los responsables educativos de los trece centros barbanzanos que forman parte de la primera fase del plan consideran que su puesta en marcha es positiva. Así lo manifestaba el director del Jaime Balmes, Alfonso Miguéns: «Non nos podemos quedar atrás. Hai que ir avanzando, aínda que isto non vai resolver os problemas existentes no ámbito educativo».
Ratio de alumnos
Entre las dificultades a las que alude Miguéns se encuentra la ratio de alumnos por aula que, indica, en el caso de ESO está establecida en 30 estudiantes, a los que hay que sumar quienes repitan curso.
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