:lvg: | 11/03/2010
No es un hecho aislado. El estado del monte de Xuño no es una novedad para las autoridades sonenses. La primera teniente de alcalde, Ánxela Franco, reconoció que la situación es similar en el resto de las masas forestales donde abundan los vertederos incontrolados. «Temos que buscar unha solución entre todos e dende o goberno estamos mirando algunha que outra alternativa». La nacionalista comentó que los comuneros tendrán ayuda municipal para erradicar los puntos ilegales de basura.
Las estrecheces económicas de estos colectivos no pasan desapercibidas para las autoridades sonenses. Sin embargo, la portavoz municipal es consciente de que hay que limpiar los restos que cada vez son más abundantes en los bosques del término municipal.
Ánxela Franco comentó que están estudiando una fórmula similar para todas las comunidades. Barajan dos opciones. La primera es conceder ayudas económicas anuales para que sean los propios comuneros los que se encarguen de las labores de limpieza. Otra alternativa es que sea el propio Concello el que ponga en marcha un servicio que se encargue de dejar en condiciones los montes.
Pero lo que más molesta a los dirigentes locales es que «a maior parte do lixo que chega aos nosos terreos son de outros municipios». Vigilar y controlar estas acciones es muy difícil, pero desde el gobierno sonense hacen un llamamiento a la solidaridad vecinal para que se denuncie a todos aquellos que sean sorprendidos depositando restos en terrenos del término.
Pero los problemas medioambientales en el municipio no son solo en los montes. La primera teniente de alcalde reconoció que el abandono de enseres o restos de todo tipo al lado de los contenedores es una preocupa al grupo de gobierno.
Actuaciones
Nada más acceder a los cargos de responsabilidad en el Concello, «unha das primeiras cousas que fixemos foi unha limpeza xeral ao lado dos colectores, pois había unha gran cantidade de enseres que non poden ser recollidos polo camión do lixo».
La actuación tuvo un coste aproximado de unos 2.000 euros. Sin embargo, y después de tres meses, «a situación volve a ser a mesma, pois xa hai nos puntos de recollida todo tipo de desperdicios». Desde el Concello se está barajando una nueva actuación, pues «non podemos permitir que estea o lixo ao lado das casas», dijo Franco.
Los puntos más conflictivos fueron localizados en Baroña, Portosín, Caamaño y San Pedro de Muro, entre otros.
Entre las medidas que pretenden adoptar las autoridades locales figura comenzar a multar a los infractores, por lo que pondrán en marcha una campaña de vigilancia con la finalidad de que los usuarios cumplan la ley. Por último, desde el Concello se intensificarán las gestiones para abrir el punto limpio y contar con una zona donde se puedan recoger los voluminosos.
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Un empresario preguntó por los catálogos arrojados en Xuño
La denuncia realizada por la comunidad de montes de Xuño ya tuvo efectos inmediatos. El secretario de la entidad, Manuel Suárez, señaló que a primera hora de la mañana de ayer, un empresario de Noia que se dedica a la venta de motores marinos se puso en contacto con ellos para interesarse por los catálogos que aparecieron tirados en el monte.
El portavoz de los comuneros comentó que «o home chamou por si os folletos pertencían á súa empresa e aínda que el nos tirou, estaba disposto a pasar por aquí e recollelos. Ao final comprobamos que non eran dos motores que vende na súa empresa».
Por otra parte, el representante de los comuneros de la parroquia de Xuño indicó que ya se pusieron en contacto con el Concello para retirar los escombros y los restos esparcidos por el monte. «Nos próximos días mandarán un vehículo para acabar con vertedoiros incontrolados que temos nas nosas propiedades».
En los montes de la zona aparecieron todo tipo de restos, incluidos los cadáveres de tres perros dentro de una bolsa.
Enhorabuena, ahora por lo menos el BNG reconoce que esto es un problema de educación y ahorrarse unos euros y no del gobierno de turno.
Digo de ahorrarse unos euros, porque ahora también podemos observar que se depositan restos de pequeñas obras, para las que se supone que el ayuntamiento dio la oportuna licencia y sin embargo no se les ve los contenedores que usa un empresa para reciclar todo eso y que no forme parte del nuevo paisaje en nuestros montes.
¿Por qué cuando el aparejador va comprobar la obra, no pregunta está el contenedor?
Ejemplos así sobran, si es quede verdad se quieren evitar estos problemas.
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