:lvg: | 14/03/2010
banzana, otro rincón de la comarca llamaba la atención de los noctámbulos a golpe de viernes, Outes. En el casco urbano de A Serra, varios locales registraron durante un tiempo, corto pero intenso, un lleno absoluto. El epicentro era el disco bar Agro das Mozas. Su propietario incluso se atrevió después con una pequeña discoteca, cuya vida fue corta.
Un par de salas contribuyeron también a animar las noches en Muros: O Paraíso, en Serres, y Nic Bahía, en pleno casco urbano. Esta última fue la más popular y estuvo abierta hasta hace unos cinco años.
Completan la lista de discotecas que algún día funcionaron en Barbanza Long Play, en Carnota; y Avenida 80, Chilangos y Atlántica en Porto do Son.
Más de la mitad de esta treintena de locales llegaron incluso a funcionar de forma simultánea durante unos años, en pleno auge de la movida barbanzana, coincidiendo con los años ochenta y noventa. Luego empezó el declive del sector y los negocios que habían impulsado su auge, las discotecas, fueron los primeros que pagaron el pato.
Hoy son muchos los que echan en falta estas salas, desde los hosteleros que las consideran imprescindibles para reactivar la movida hasta los noctámbulos que cada fin de semana salen en busca del neón.
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