:lvg: | 11/03/2010
La escuela que dirige el padre (más conocido como Chicho y natural de Porto do Son) de debutó en competición el pasado sábado
Fue en una especie de episodio piloto, con solo un par de equipos en liza, pero tampoco daba para otra cosa: en España no hay más de dos centros de formación para niños que quieran hacer carrera en el motociclismo y ambos midieron fuerzas el pasado sábado en Mallorca. Allí actuó como local la escuela que dirige el gallego Chicho Lorenzo, padre del subcampeón mundial de Moto GP Jorge Lorenzo, que definió la experiencia como «un exitazo».
«Era algo que nunca se había intentado antes y salió realmente bien. Quizá faltó algo de público, pero a la gente hay que ir acostumbrándola a este tipo de actos para que asistan cada vez más», reflexionaba ayer el preparador. Su idea es que se vayan abriendo nuevas escuelas en todo el territorio nacional para crear una competición importante, que incluso podría incluir diversas categorías según regiones.
Los beneficiados serían los pilotos y sus familiares. En un deporte especialmente caro para aquellos que empiezan, las fórmulas de las escuelas llegan a abaratar un 80% los costes de los entrenamientos y de la competición. Los desplazamientos se sufragan entre todos y los pedidos de equipamiento se hacen en grandes remesas, con lo que se ahorra mucho dinero. El objetivo último, según Chicho Lorenzo, «es que en el futuro los centros puedan cubrir los gastos de sus pilotos». La inversión en moto y material suele superar los 1.500 euros.
El sábado compitieron 36 niños de entre seis y trece años, pero el padre de Jorge Lorenzo cree que «cuanto antes empiecen, mejor» y no pone reparos a entrenar a chavales de hasta dos años. Los pilotos reciben clases tres días a la semana, durante tres horas por sesión. «Parecido a los alumnos de un gimnasio de kárate», resume Lorenzo, que espera que de entre sus muchachos salga el futuro relevo de los grandes como su hijo.
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