Los nacionalistas recordaron que lograron financiación para un museo en O Son.
El BNG de la comarca de Muros y Noia se dio cita ayer en Esteiro, en el municipio muradano. Lo hizo acompañado del senador nacional Xosé Manuel Pérez Bouza. Y con un objetivo: sacar pecho con el dinero conseguido por el partido a través de la presentación de enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado. En ese sentido, el nacionalista Pérez Bouza se mostró convencido de que los trabajos para acondicionar y humanizar el paseo marítimo que hay en las inmediaciones del arenal de Parameán serán inmediatos. Se trata, lógicamente, de una de esas actuaciones para las que el BNG logró dinero procedente de las arcas estatales. Concretamente, está prevista una inversión de un millón de euros.
Pérez Bouza se rodeó de concejales frentistas de toda la zona. Asimismo, en su visita al deteriorado paseo marítimo estuvo acompañado de Manuel González, coordinador del BNG en la comarca muradana. A lo largo del recorrido, quedó claro que la actuación de Costas será completa. Según lo dicho por los nacionalistas, habrá dinero para hacer un estacionamiento, así como para humanizar el entorno y construir una senda a orillas del litoral.
En contacto
La concejala muradana María Xosé Afonso, que también estuvo en la parroquia de Esteiro, dijo que la intención del Concello es ponerse en contacto con Costas cuanto antes para que se elabore un proyecto definitivo. Al parecer, este departamento, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, ya cuenta con un boceto inicial, que le envió en su día el Ayuntamiento de Muros.
De todas formas, la senda de Parameán no fue la única actuación protagonista de la jornada. La edila sonense Ánxela Franco también estuvo en Muros, ya que su municipio será otro de los beneficiados por el dinero que logró el BNG a través de las enmiendas. Tal y como los frentistas recordaron ayer, se consiguió medio millón de euros para crear un museo del mar en Porto do Son. Al principio, se habló de crear esa sala de exposiciones en una vieja fábrica de salazón, que tendría que ser remodelada. Sin embargo, ahora las cosas cambiaron un poco.
Según contó Ánxela Franco, la negociación con los propietarios no fue fácil, por lo que empezaron a estudiar otras opciones. Actualmente, tienen tres inmuebles alternativos. El denominador común de todos ellos es que están ubicados en el casco urbano sonense. La concejala nacionalista y teniente de alcalde indicó que esa condición es «imprescindible», ya que se pretende que el museo esté en un punto céntrico y de fácil acceso para los turistas.
Franco tiró de prudencia y dijo que por el momento no es conveniente aportar más detalles sobre los locales hasta que el Concello se haya decidido por uno de ellos.
La Voz de Galicia 26/1/2010
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