La patronal de la construcción calcula que aún quedan unos tres mil inmuebles nuevos sin vender. La cotización del suelo se encuentra en la actualidad un 30% por debajo del nivel de hace tres años.
El estallido de la burbuja financiera, en el último trimestre del 2007, ha dejado graves secuelas en el ámbito de la construcción de Barbanza. Así lo confirman los datos facilitados por tasadores y empleados de entidades financieras a la hora de analizar el precio del metro cuadrado de vivienda libre de primera ocupación. El valor de mercado de un inmueble, según los cálculos efectuados por diversos profesionales, ha sufrido un desplome de unos 20.000 euros en los últimos dos años.
Un piso de entre 70 y 80 metros cuadrados costaba, en plena vorágine de compras, en torno a los 140.000 euros. Esa misma vivienda apenas supera en la actualidad los 120.000 euros. Se trata de una caída cercana al 15%, aunque en algunas zonas del litoral barbanzano se habla de un descenso acumulado del 25%. El diferencial, 20.000 euros, es lo que se llevó la burbuja inmobiliaria por la sobrevaloración de la vivienda.
«El mercado está claramente a la baja», apuntó un empresario de la construcción ribeirense. Para él, «apenas hay transacciones y las que se concretan se hacen en unas condiciones muy diferentes a las de hace tres años».
El mercado inmobiliario ha sufrido en la zona un vuelco espectacular desde que estalló este período de recesión: «Antes el precio lo establecía el promotor; hoy en día el cliente puede sacar una buena tajada en la compra de un piso, ya que son muchos los empresarios los que ofrecen grandes descuentos porque quieren liquidar cuanto antes la deuda contraída con proveedores y bancos».
Suelo
El valor del suelo está siendo el gran damnificado por esta caída drástica de la actividad edificativa. «En mi caso le puedo decir que estoy concretando una operación de compra de un solar por 300.000 euros, cuando hace dos años su propietario me pedía 420.000», explicó un promotor de Santa Uxía.
Según esta fuente, el gran problema al que se enfrenta el sector inmobiliario barbanzano es la gran bolsa de suelo que está parada: «Algunos promotores se quieren deshacer de sus terrenos porque están ahogados por las deudas y no son capaces de hacer frente a los créditos bancarios. Que no proliferen los carteles de venta en la calle no quiere decir que no haya gente dispuesta a desprenderse de sus solares, incluso a precios más bajos de lo que los compraron hace tres o cuatro años».
Burbuja
Esta opinión es corroborada por otro compañero de profesión de Ribeira: «El barrio de Abesadas es un claro ejemplo de burbuja inmobiliaria. En el 2006 el precio medio del metro cuadrado de suelo sin edificar no bajaba de los mil euros, ahora se mueve entre los 600 y 700 euros».
Y es que son varios los constructores consultados los que reconocen que los números rojos empiezan a hacer estragos en las cuentas de resultados de algunas firmas promotoras de la comarca. «No disponen de patrimonio suficiente con el que hacer frente a los acreedores y prefieren soltar lastre aunque sea vendiendo los proyectos, con solar y licencia a precio de coste».
En este sentido, cabe recordar que el Centro Empresarial da Construcción do Barbanza (CECB) cifró recientemente en unas 3.000 las viviendas que todavía están sin vender en la comarca, mil más que las contabilizadas en diciembre del 2008. De ellas, un tercio están ubicadas en Ribeira.
La Voz de Galicia 26/1/2010
0 comentarios:
Publicar un comentario