:lvg: | 21/1/2010
La crisis económica y las importaciones provocaron la caída de los precios de todas las especies. Las diez rulas barbanzanas facturaron durante el pasado ejercicio algo más de 68,9 millones de euros.
El año pasado no será recordado por el sector pesquero como uno de los mejores de la década. Tan solo en Ribeira tienen motivos más que suficientes para estar contentos, pues la lonja de la ciudad fue la única que aumentó sus ventas. Las otras nueve sufrieron importantes caídas, según se desprende de los datos facilitados por la Xunta.
Ribeira sigue marcando las pautas en el mercado barbanzano. Y no es para menos. Todas las rulas de la comarca subastaron el año pasado un total de 50.816 toneladas de pescados y mariscos. De esta cantidad, la mayor parte corresponden a las descargas realizadas en la capital barbanzana, pues se contabilizaron algo más de 38.000 toneladas.
La única nota positiva de los datos del 2009 es que aumentaron las ventas totales, aunque solo fuese en 2.000 toneladas. A pesar de que gracias al tirón de Ribeira hubo más mercancía, la facturación cayó de forma considerable. Hace dos años, el importe total de los ingresos obtenidos en los recintos de subasta alcanzaron los 76,9 millones de euros, mientras que en el pasado ejercicio se contabilizaron 68,9 millones.< Importaciones La situación del sector pesquero barbanzano no es nada halagüeña, pues los marineros y armadores observan con el paso del tiempo como sus capturas cada vez valen menos. Varios patrones mayores de la zona opinan que la crisis económica está haciendo mella en el sector, pues la demanda bajó de forma considerable. Otro aspecto que también está detrás del mal momento que atraviesan la pesca y el marisqueo son las importaciones masivas procedentes de otros países. En este sentido, incluso el marisqueo no se libró del libre mercado, pues en los últimos tiempos están llegando ingentes cantidades de bivalvo. El leve repunte de las descargas en Barbanza obedeció al tirón de las ventas en Santa Uxía. En este sentido, es de reseñar que por la rula de la ciudad pasaron el año pasado 38.000 toneladas, casi siete mil más que en el mismo período del 2008. El resto obtuvieron resultados negativos. Uno de los más llamativos es el de la Cofradía de Noia que pasó de las 2.100 toneladas a las mil del 2008. Preocupación Porto do Son es el puerto que menos factura de toda la comarca. El año pasado se comercializó pescado y marisco por un importe total de 179.000 euros, mientras que en el 2007 las transacciones superaron los 640.000. Estos datos son consecuencia de las flojas ventas en la lonja de la localidad. En los últimos doce meses pasaron por los controles del pósito 31 toneladas, mientras que en el 2008 superaron las 139. La caída en los puertos es generalizada, pero lo que más preocupa a los armadores y marineros es la continua pérdida del poder adquisitivo.
El año pasado no será recordado por el sector pesquero como uno de los mejores de la década. Tan solo en Ribeira tienen motivos más que suficientes para estar contentos, pues la lonja de la ciudad fue la única que aumentó sus ventas. Las otras nueve sufrieron importantes caídas, según se desprende de los datos facilitados por la Xunta.
Ribeira sigue marcando las pautas en el mercado barbanzano. Y no es para menos. Todas las rulas de la comarca subastaron el año pasado un total de 50.816 toneladas de pescados y mariscos. De esta cantidad, la mayor parte corresponden a las descargas realizadas en la capital barbanzana, pues se contabilizaron algo más de 38.000 toneladas.
La única nota positiva de los datos del 2009 es que aumentaron las ventas totales, aunque solo fuese en 2.000 toneladas. A pesar de que gracias al tirón de Ribeira hubo más mercancía, la facturación cayó de forma considerable. Hace dos años, el importe total de los ingresos obtenidos en los recintos de subasta alcanzaron los 76,9 millones de euros, mientras que en el pasado ejercicio se contabilizaron 68,9 millones.< Importaciones La situación del sector pesquero barbanzano no es nada halagüeña, pues los marineros y armadores observan con el paso del tiempo como sus capturas cada vez valen menos. Varios patrones mayores de la zona opinan que la crisis económica está haciendo mella en el sector, pues la demanda bajó de forma considerable. Otro aspecto que también está detrás del mal momento que atraviesan la pesca y el marisqueo son las importaciones masivas procedentes de otros países. En este sentido, incluso el marisqueo no se libró del libre mercado, pues en los últimos tiempos están llegando ingentes cantidades de bivalvo. El leve repunte de las descargas en Barbanza obedeció al tirón de las ventas en Santa Uxía. En este sentido, es de reseñar que por la rula de la ciudad pasaron el año pasado 38.000 toneladas, casi siete mil más que en el mismo período del 2008. El resto obtuvieron resultados negativos. Uno de los más llamativos es el de la Cofradía de Noia que pasó de las 2.100 toneladas a las mil del 2008. Preocupación Porto do Son es el puerto que menos factura de toda la comarca. El año pasado se comercializó pescado y marisco por un importe total de 179.000 euros, mientras que en el 2007 las transacciones superaron los 640.000. Estos datos son consecuencia de las flojas ventas en la lonja de la localidad. En los últimos doce meses pasaron por los controles del pósito 31 toneladas, mientras que en el 2008 superaron las 139. La caída en los puertos es generalizada, pero lo que más preocupa a los armadores y marineros es la continua pérdida del poder adquisitivo.
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