:lvg: | 5/8/2010
Todo el mundo sabe que en verano está prohibido quemar rastrojos, y todo el mundo conoce también los riesgos que este tipo de prácticas entrañan. Pero demasiado a menudo el peligro se olvida y al final los montes acaban reducidos a cifras de hectáreas calcinadas por las llamas. El calor de este estío recuerda mucho al 2006, solo queda esperar que las estadísticas no se le parezcan.
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