:ecg: | 16/8/2010
Fidel Paz, de A Pobra, e Inma Arévalo, de Manresa, se casaron en este enclave y de frente al sol creciente ante 58 invitados.
Me caso. Mi pareja aún no lo sabe, pero el verano que viene me caso en el Castro de Baroña. Ayer me invitaron a una boda celta allí.
Conste que iba con muchas preguntas. Me dijeron que los invitados irían vestidos de época. Y, claro, yo me preguntaba: ¿cómo vestían en el siglo VI antes de Cristo? Y viendo la playa nudista al lado, pensé: ¡a que se personan en cueros!
En realidad, Fidel Paz Brión e Inma Arévalo Bayona ya se casaron por lo civil el 16 de junio. Pero ayer renovaron su compromiso con una ceremonia tan sencilla como original. Él, diseñador de estructuras metálicas, es de A Pobra; ella, diseñadora gráfica, es de Manresa, donde viven.
Los 58 invitados bajaron hacia los castros bajo los acordes de una gaita que interpretaba la Marcha del Antiguo Reino de Galicia, seguidos por los novios, que cerraban la comitiva vestidos... bueno, como ven en las fotos. Les acompañaban los padres de Inma (Joan Arévalo y Montse Bayona); la madre de Fidel, Mari Carmen Brión, y Rubén, hermano del novio, que iba de rey celta. El oficiante era Elías Castelo, un profesor de Historia, natural de Palmeira (Ribeira).
Y me contó Elías que en el siglo VI a. de C. también se oficiaban bodas, que también se comía marisco y que corría la cerveza que daba gusto. Eso sí: los novios no se intercambiaban anillos, sino coronas de acebo. Situados dentro de los restos de una palloza y de frente al sol creciente, dijeron: "Nós ratificámonos no desexo e determinación de nos unir en parella para formar unha unidade de convivencia". Y se besaron.
Luego, colocaron sus coronas personalmente a Miriam Brión, de Noia, y a Alberto Miguéns, de Padrón, que son pareja desde hace siete años. El banquete se celebró en el restaurante O Lagar de A Pobra.
Me caso. Mi pareja aún no lo sabe, pero el verano que viene me caso en el Castro de Baroña. Ayer me invitaron a una boda celta allí.
Conste que iba con muchas preguntas. Me dijeron que los invitados irían vestidos de época. Y, claro, yo me preguntaba: ¿cómo vestían en el siglo VI antes de Cristo? Y viendo la playa nudista al lado, pensé: ¡a que se personan en cueros!
En realidad, Fidel Paz Brión e Inma Arévalo Bayona ya se casaron por lo civil el 16 de junio. Pero ayer renovaron su compromiso con una ceremonia tan sencilla como original. Él, diseñador de estructuras metálicas, es de A Pobra; ella, diseñadora gráfica, es de Manresa, donde viven.
Los 58 invitados bajaron hacia los castros bajo los acordes de una gaita que interpretaba la Marcha del Antiguo Reino de Galicia, seguidos por los novios, que cerraban la comitiva vestidos... bueno, como ven en las fotos. Les acompañaban los padres de Inma (Joan Arévalo y Montse Bayona); la madre de Fidel, Mari Carmen Brión, y Rubén, hermano del novio, que iba de rey celta. El oficiante era Elías Castelo, un profesor de Historia, natural de Palmeira (Ribeira).
Y me contó Elías que en el siglo VI a. de C. también se oficiaban bodas, que también se comía marisco y que corría la cerveza que daba gusto. Eso sí: los novios no se intercambiaban anillos, sino coronas de acebo. Situados dentro de los restos de una palloza y de frente al sol creciente, dijeron: "Nós ratificámonos no desexo e determinación de nos unir en parella para formar unha unidade de convivencia". Y se besaron.
Luego, colocaron sus coronas personalmente a Miriam Brión, de Noia, y a Alberto Miguéns, de Padrón, que son pareja desde hace siete años. El banquete se celebró en el restaurante O Lagar de A Pobra.
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