19 agosto 2010

Navegando a toda vela con otro VIP en O Son

:ecg: | 19/8/2010
El estomatólogo Juan Blanco Carrión celebró su 48 cumpleaños con una cena en el restaurante Carou//Lleva cuatro décadas veraneando en Cabeiro.

El restaurante Casa Carou de O Son acogió la fiesta de cumpleaños del estomatólogo compostelano Juan Blanco Carrión, que sopló 48 velas en una animada cena a la que asistieron 45 invitados. Muchos de ellos son también fieles veraneantes en O Son, al igual que el propio Juan Blanco, que veranea en Cabeiro desde hace más de cuatro décadas.

Y es que su padre, Andrés Blanco del Río, también estomatólogo de profesión, apostó allá por los años cincuenta por veranear en este municipio barbanzano y traerse a los suyos.

Blanco compartió mesa y mantel con su esposa, Isabel Ramos (ortodoncista en Santiago); sus hermanos Mari Carmen (ortodoncista en Madrid), Andrés (estomatólogo en Santiago) y su esposa, Sonia García-Granero, (licenciada en Derecho) y Dolores Blanco (farmacéutica en Santiago), así como Ángel Garrido (visitador médico) y Manuel Mariño (informático y profesor de esgrima en Vigo).

Entre los invitados estaban también Francisco Vispo (abogado en Santiago); Francisco Parada (abogado en Palma de Mallorca); Manuel Varela (traumatólogo en el hospital de O Salnés) y su esposa, Ana Reboredo (directiva de Caixa Galicia en Vigo); los abogados madrileños Esperanza Azpeiti y Miguel Velasco; el notario compostelano Manuel Remuñán y su esposa, Consuelo Martínez Salero; el catedrático de Estadística de la Escuela de Montes de Madrid, Eugenio Martínez Salero (esposo de Carmen Blanco); los hermanos Chon, Pilar, Nacho y José Martín, de Valladolid (que también veranean desde hace años en O Son); y los hermanos Rafael (oftalmólogo) y Maite Bartolozzi (bibliotecaria) y su esposo, José Alfonso (oftalmólogo en Oviedo).

El menú fue tan sencillo como exquisito, pues degustaron empanadas y albóndigas con patatas, una de las especialidades de la casa. Blanco fue agasajado con una original e impresionante tarta de cumpleaños con la forma de su barco, el Prichy (bautizado así en honor de su hija pequeña). De hecho, la tarta fue indultada esa noche, aunque me cuentan que duró muy poco tiempo más en la nevera.

A Blanco Carrión también le regalaron varias botellas de diferentes marcas de ginebra y de tónicas, el combinado preferido de esta peña que año tras año apuestan por Porto do Son para pasar sus vacaciones en familia y entre amigos.

Ayer prometí informales de más cenas jolgorio de este agosto loco y lo haré. Pero denme tiempo porque mi faja no da más de sí... y esta página tampoco.

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