:lvg: | 4/8/2010
Manuel Tomé, que anteayer prefirió no hacer demasiados comentarios sobre el hecho de que un vecino lo denunciase por una agresión, ayer sí quiso aclarar este asunto. Dijo lo siguiente: «Francisco Maneiro Mondelo, propietario de una edificación en la plaza de España de Porto do Son que fue reiteradamente paralizada en mi etapa como alcalde de la corporación y que constituye una de las últimas desvergüenzas del urbanismo de este pueblo, agredió física y verbalmente a distintas personas de mi familia sin duda alguna por el mero hecho de ser eso, familiares míos, del alcalde que paralizó su obra».
Luego, señaló que a raíz de los hechos acontecidos el domingo por la noche -hubo una trifulca delante del local hostelero de la familia de Manuel Tomé- procedió a la interposición de una denuncia ante la Guardia Civil. Cabe destacar que el vecino también hizo lo propio anteayer, ya que él sostiene que fue el ex regidor el que le agarró por el cuello y le golpeó en un brazo.
Por último, Manuel Tomé señala lo siguiente: «Como representante público no aceptaré la agresión física, el chantaje y la extorsión como métodos para eludir la legalidad».
Luego, señaló que a raíz de los hechos acontecidos el domingo por la noche -hubo una trifulca delante del local hostelero de la familia de Manuel Tomé- procedió a la interposición de una denuncia ante la Guardia Civil. Cabe destacar que el vecino también hizo lo propio anteayer, ya que él sostiene que fue el ex regidor el que le agarró por el cuello y le golpeó en un brazo.
Por último, Manuel Tomé señala lo siguiente: «Como representante público no aceptaré la agresión física, el chantaje y la extorsión como métodos para eludir la legalidad».
Escuchadas las dos partes y posibles testigos, ahora tendrá que ser la Justicia la que dictamine quien tiene razón y quien no, pero de momento la "bola" ya comenzó a rodar en contra del político, por eso, por se político. Esta afirmación la hago en base a algunos comentarios de gente no precisamente apolítica. También hay quienes opinaban que todo esto estaba "perfectamente orquestado", visto que al igual que comenté aquí, fuese justo la terraza del bar de la familia de Tomé, la única que "molestase" al señor Maneiro, precisamente en las pocas zonas del pueblo donde existen dos aceras bien anchas, sin barreras arquitectónicas por estar a la altura de la calle, que incluso es de dirección única.
Un dato que no comenté y que recogí entre algunos amigos, ayer no comenté que incluso algunos establecimientos instalan sus terrazas en la propia calle, al no tener aceras.
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