:lvg: | 17/8/2010
La parroquia sonense de Caamaño vio este fin de semana como nacía una nueva asociación. Se trata del Club de Jubilados Outeiro da Prata, una agrupación que engloba a decenas de vecinos de este lugar barbanzano y en donde uno de los objetivos principales es la organización de actividades para los integrantes del colectivo.
La presentación en sociedad de la agrupación fue durante la tarde del domingo en la casa de la cultura de Caamaño. El encuentro, que se celebró en el salón de actos, se llenó de vecinos y también de autoridades locales, que no quisieron perderse su estreno.
En la presentación hubo dos residentes en el lugar que destacaron por encima del resto de asistentes. Uno fue Manuel Güimil Sabarís, maestro y acordeonista de 92 años, a quienes sus amigos quisieron rendirle tributo con un homenaje por toda una trayectoria dedicado a la musica y a la docencia.
Recitales de música
El segundo homenajeado fue Marcelino González, de 70 años y alumno del Güimil. Los dos aprovecharon el acto para ofrecer un recital de acordeón ante un público que les brindó una fuerte ovación al finalizar este acto en la casa de la cultura de Caamaño, edificio en el que este colectivo desarrollará sus actividades regularmente.
Durante la jornada festiva, también participaron las cantareiras de Nebra, conocidas como Falcoella, siendo su espectáculo igual de ovacionado que el de sus predecesores sobre el escenario.
Al finalizar la función en el centro cultural, tanto Manuel Güimil Sabarís como Marcelino González recibieron una placa y una escultura como recuerdo y en agradecimiento a toda una vida dedicada a la música y también a la docencia dirigida a los más pequeños de esta parroquia sonense.
La presentación en sociedad de la agrupación fue durante la tarde del domingo en la casa de la cultura de Caamaño. El encuentro, que se celebró en el salón de actos, se llenó de vecinos y también de autoridades locales, que no quisieron perderse su estreno.
En la presentación hubo dos residentes en el lugar que destacaron por encima del resto de asistentes. Uno fue Manuel Güimil Sabarís, maestro y acordeonista de 92 años, a quienes sus amigos quisieron rendirle tributo con un homenaje por toda una trayectoria dedicado a la musica y a la docencia.
Recitales de música
El segundo homenajeado fue Marcelino González, de 70 años y alumno del Güimil. Los dos aprovecharon el acto para ofrecer un recital de acordeón ante un público que les brindó una fuerte ovación al finalizar este acto en la casa de la cultura de Caamaño, edificio en el que este colectivo desarrollará sus actividades regularmente.
Durante la jornada festiva, también participaron las cantareiras de Nebra, conocidas como Falcoella, siendo su espectáculo igual de ovacionado que el de sus predecesores sobre el escenario.
Al finalizar la función en el centro cultural, tanto Manuel Güimil Sabarís como Marcelino González recibieron una placa y una escultura como recuerdo y en agradecimiento a toda una vida dedicada a la música y también a la docencia dirigida a los más pequeños de esta parroquia sonense.
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