:lvg: | 12/8/2010
PSdeG y BNG sacaron adelante las cuentas municipales por valor de 7,7 millones.
Tal y como presagiaba el público asistente en los minutos previos al inicio del pleno extraordinario sonense, el gobierno municipal formado por PSdeG y BNG aprobó los presupuestos del 2010 sin el voto de la oposición. Se trata de unas cuentas que ascienden a 7,7 millones de euros y que sitúa la deuda de la Administración local en un 89%.
El pleno se desarrolló con normalidad hasta minutos antes de la votación del último apartado. Fue en el debate final sobre el contenido de las cuentas, donde el edil de Facenda, Xosé Manuel Alonso, explicó que se trata «duns orzamentos equilibrados en canto aos gastos e ingresos». Fue el mismo Alonso quien argumentó, tras escuchar los reproches de la oposición, que «o crédito solicitado de 2,2 millóns está asesorado polos técnicos municipais polo que o seu pagamento está garantido nos prazos marcados».
El PP durante su intervención recriminó al ejecutivo de coalición que «mentres nós gobernabamos, vostedes dedicáronse a rexeitar todas as obras que propoñiamos. O que resulta sorprendente é que agora deseñan uns orzamentos partidistas e pensando nas eleccións para facer obras coas que gañar estes comicios». Además, achacaron al ejecutivo local que el coste de la futura casa de cultura de Xuño se incluya en los presupuestos, siendo el importe de este proyecto de más de 500.000 euros.
El edil independiente, Javier Quiñoy, imputó al equipo de Pastor Rodríguez que «non consensúe nin negocie os orzamentos. Ademais de traelos a pleno tarde, cando xa tiñamos que estar cos do 2011».
Derecha e izquierda
Fue el discurso de la teniente de alcalde, Ánxela Franco, el que desató la tensión acumulada desde el inicio del pleno en las filas populares, al referirse a las cuentas como «orzamentos de esquerdas». Concretamente, fue la edila María Jesús Paz Santamaría quien recriminó a la frentista que «os presupostos son tamén para os veciños de dereitas e non só para os votantes do PSdeG e BNG». Tras abandonar el salón noble, sus compañeros de partido la siguieron, siendo recriminados por el alcalde por hacerlo sin permiso. Los ediles Gonzalo Pérez y Xabier Quiñoy siguieron el mismo camino, argumentando que «mentres non se solucione esta situación vergonzosa eles tampouco seguirán no pleno».
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A buenas horas
En el octavo mes del año, Porto do Son aprobó los presupuestos municipales para el 2010, que no entrarán en vigor hasta casi el 2011. Todo un ejemplo de como la ley presupuestaria se pasa por el forro. Y el caso sonense no es el peor. En Noia llevan años sin saber qué es eso de aprobar las cuentas. Y en Boiro, este ejercicio, parece que van por un camino bastante parecido al noiés.
Tal y como presagiaba el público asistente en los minutos previos al inicio del pleno extraordinario sonense, el gobierno municipal formado por PSdeG y BNG aprobó los presupuestos del 2010 sin el voto de la oposición. Se trata de unas cuentas que ascienden a 7,7 millones de euros y que sitúa la deuda de la Administración local en un 89%.
El pleno se desarrolló con normalidad hasta minutos antes de la votación del último apartado. Fue en el debate final sobre el contenido de las cuentas, donde el edil de Facenda, Xosé Manuel Alonso, explicó que se trata «duns orzamentos equilibrados en canto aos gastos e ingresos». Fue el mismo Alonso quien argumentó, tras escuchar los reproches de la oposición, que «o crédito solicitado de 2,2 millóns está asesorado polos técnicos municipais polo que o seu pagamento está garantido nos prazos marcados».
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El edil independiente, Javier Quiñoy, imputó al equipo de Pastor Rodríguez que «non consensúe nin negocie os orzamentos. Ademais de traelos a pleno tarde, cando xa tiñamos que estar cos do 2011».
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