06 agosto 2010

Porto do Son invita a los vecinos a dejar el sentido del ridículo en casa y participar en la fiesta hortera

:ecg: | 6/8/2010
Mañana, Porto do Son celebra una de esas cuchipandas donde lo importante es haber dejado la vergüenza en casa. Sí. Se trata de la fiesta hortera, que ya cumple once años y que según el grupo de amigos sonenses es de las pocas que hay en Europa de este estilo. Como no podía ser de otra manera, el asunto consiste en vestirse de la forma más llamativa posible, plantarse en los jardines del puerto sonense y disfrutar de la música y el ambiente.

Para amenizar la velada, al escenario se subirán hasta dos grupos, que tocarán música de los setenta y los ochenta; de esos tiempos en los que ir llamativo era ir a la moda a más no poder. Una de las formaciones tiene por nombre Frateli Negroni y la otra es Funk Bastard. Con sus ritmos, ambas animarán al personal desde las nueve de la noche hasta que el cuerpo aguante.

Recaudación de fondos

Por supuesto, en la zona cero de la fiesta también habrá una barra, para recaudar fondos para esta iniciativa, con la que colaboran algunos bares de la localidad. Además, todo parece indicar que ser hortera no está reñido con ser glamuroso. No en vano, junto a la terraza de uno de los bares de la zona habrá una alfombra roja. Ese pasillo que pisan las estrellas del séptimo arte estará a total disposición para quienes vayan de colorines, lentejuelas, brillantes o cualquier otro atuendo llamativo para posar cual actriz consagrada de Hollywood.

¿Por qué se debe pisar la alfombra? Según explicó la organización, al final de ella habrá una especie de photo call. Para entenderse, se trata de que quienes posan se saquen una foto y que, a partir de ahí, las instantáneas puedan ir a parar a un sitio en Internet para que se pueda recordar la fiesta a lo largo de todo el año. Además, estas imágenes serán las que tenga en cuenta la organización para repartir los premios a los mejores ataviados.

Ahí es nada. Al parecer, van a repartirse premios de 50 euros tanto a los varones como a las mujeres mejor ataviados. Además, y como suele ocurrir todos los años, está previsto que los horteras acaben colándose por las calles de la localidad sonense; unos lugares que, a cuenta de trajes llamativos y pelos a lo loco, acabará convirtiéndose en un abanico de color y glamur.

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