Desde que PSOE y BNG anunciaron que iban a presentar la moción de censura, los firmantes del pacto y el PP, en el gobierno desde el 2007, no dejaron de tirarse los trastos a la cabeza. Hubo acusaciones de todo tipo, que se prolongaron hasta ayer mismo, ya en tiempo de descuento de cara al pleno de este mediodía. Así, el alcalde, Manuel Tomé, señalaba que el futuro bipartito se había empezado a atribuir responsabilidades que todavía no le competían. Y, concretamente, lanzaba sus dardos hacia el ex mandatario socialista, Ramón Quintáns: «Intentou parar a obra da Atalaia, o aglomerado que estamos facendo. Estivo alí e pretendía paralizalo todo. Pero eu o que teño claro é que aínda son o alcalde -estas palabras las pronunciaba ayer al mediodía- e que, por tanto, me corresponden a min esas decisións».
Quintáns negó esa acusación y señaló: «Pídolle a Tomé que non alucine nin invente, que eu non fixen nada diso. E lémbrolle que o rei da paralización das obras foi el».
La Voz de Galicia 18/11/2009
* Parece que hasta última hora nos vamos a encontrar con "dimes y diretes".
Solo un apunte, si el señor Quintáns hubiese paralizado en su día diversas obras, sus propietarios no habrían tenido que proceder a su demolición. Es obligación de la máxima autoridad en un pueblo, vigilar, si no el, el funcionario de turno, aparejador municipal que para eso cobra de nuestros impuestos, comprobar si las obras se adecuan a la licencia otorgada.
Una licencia de galpón no le daba derecho a sus propietarios a hacerse una mansión y son innumerables las residencias de verano o viviendas habituales las que se construyeron en O Son, desde la Democracia.
El, tú vete construyendo que aquí nadie denuncia nada, funcionó a "tutiplen" y fue aprovechado incluso por una ex concejal del partido más crítico contra ese tipo de "permisos.
Tanta cancha abierta hubo, que incluso dirigentes de partidos de otros ayuntamientos, probaron aquí su suerte.
Quintáns negó esa acusación y señaló: «Pídolle a Tomé que non alucine nin invente, que eu non fixen nada diso. E lémbrolle que o rei da paralización das obras foi el».
La Voz de Galicia 18/11/2009
* Parece que hasta última hora nos vamos a encontrar con "dimes y diretes".
Solo un apunte, si el señor Quintáns hubiese paralizado en su día diversas obras, sus propietarios no habrían tenido que proceder a su demolición. Es obligación de la máxima autoridad en un pueblo, vigilar, si no el, el funcionario de turno, aparejador municipal que para eso cobra de nuestros impuestos, comprobar si las obras se adecuan a la licencia otorgada.
Una licencia de galpón no le daba derecho a sus propietarios a hacerse una mansión y son innumerables las residencias de verano o viviendas habituales las que se construyeron en O Son, desde la Democracia.
El, tú vete construyendo que aquí nadie denuncia nada, funcionó a "tutiplen" y fue aprovechado incluso por una ex concejal del partido más crítico contra ese tipo de "permisos.
Tanta cancha abierta hubo, que incluso dirigentes de partidos de otros ayuntamientos, probaron aquí su suerte.
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