06 junio 2011

La saturación de envases ligeros en Servia se disparará en verano


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La planta de compostaje ubicada en Lousame acumula ya 270 toneladas

La saturación de envases a la que está haciendo frente desde enero la planta de compostaje de Servia, en Lousame, se disparará con la llegada del verano y el aumento poblacional que registran en esta época del año los concellos de la comarca a los que ofrece el servicio de recogida de basura la Mancomunidade Serra do Barbanza, a través de la firma concesionaria Fomento de Construcciones y Contras (FCC).

Según explican en el comité de empresa de este complejo medioambiental, la situación ya es insostenible a día de hoy: «Tenemos 270 toneladas almacenadas y las pérdidas económicas que está asumiendo FCC ponen en un serio peligro la viabilidad de la planta y los puestos de trabajo que aquí existen».

Mientras, en FCC han optado por hacer hueco en las naves para almacenar los envases ligeros reciclados y evitar así tener que depositarlos en espacios al aire libre, algo que prohíbe la ley. Pare ello, están retirando maquinaria y contenedores con la intención de ganar espacio y tiempo hasta que el conflicto que FCC y Ecoembes mantienen se resuelva.

Este pulso comenzó en enero cuando Ecoembes, la sociedad constituida por fabricantes de envases que pagan un canon anual destinado a la recuperación de los recipientes que producen, comenzó a recoger el 30% de los envases ligeros -antes asumía el 70%- que la planta de Servia recicla al mes alegando que esa estadística es la que se corresponde con las firmas que pagan el canon.

Este escenario está provocando unas pérdidas de 50.000 euros al mes desde que comenzó el año y que en la actualidad ya alcanzan los 300.000 euros.

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El adaptarnos a la "buena vida" trae estos graves inconvenientes, aunque las empresas no nos lo ponen nada fácil al sustituirnos, por ejemplo, el plástico por el vidrio para envasar sus bebidas.
El salir cargados con bolsas de los supermercados también es una nota común, menos mal que estos días dos cadenas se sumaron a cargar sobre ellas un precio simbólico y les parecerá una tontería, pero donde ya lo hacían, era muy frecuente ver a la gente sacarlas de sus bolsos. Dice el refrán que un grano no hace granero, pero en este caso el granero es la naturaleza y cuantas menos bolsas gastemos, más cuidaremos de ella. Son pequeños ejemplos, que si los seguimos, seguramente mejoraremos y mucho. 

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