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Salvamento Marítimo tuvo ayer una tarde ajetreada, aunque, afortunadamente, los incidentes que pusieron en alerta al centro de control situado en monte Enxa, solo se quedaron en eso. Fueron siete los bañistas que vivieron situaciones de riesgo en playas, todos ellos en el municipio de Porto do Son.
Uno de los incidentes tuvo lugar en el arenal de Río Sieira, donde dos chicas que se encontraban con una colchoneta en el mar fueron arrastradas por la corriente y no conseguían regresar a tierra. En una cala situado más al sur de este paraje, otras cinco personas que, en este caso, se encontraban nadando, también fueron arrastradas por la corriente que les impedía regresar a la orilla.
Desde las propias playas, otros bañistas se pusieron en contacto con Salvamento Fisterra que, a su vez, movilizó un helicóptero y una lancha, que no llegaron a intervenir puesto que, en todos los casos, los afectados consiguieron superar la situación gracias a las indicaciones que les hacían desde tierra, que no eran otras que las instrucciones que les daban desde la base de monte Enxa, consistentes en no nadar contra la corriente, dejarse llevar y nadar de nuevo hacia tierra fuera del flujo de agua que discurría hacia el mar abierto.
Uno de los incidentes tuvo lugar en el arenal de Río Sieira, donde dos chicas que se encontraban con una colchoneta en el mar fueron arrastradas por la corriente y no conseguían regresar a tierra. En una cala situado más al sur de este paraje, otras cinco personas que, en este caso, se encontraban nadando, también fueron arrastradas por la corriente que les impedía regresar a la orilla.
Desde las propias playas, otros bañistas se pusieron en contacto con Salvamento Fisterra que, a su vez, movilizó un helicóptero y una lancha, que no llegaron a intervenir puesto que, en todos los casos, los afectados consiguieron superar la situación gracias a las indicaciones que les hacían desde tierra, que no eran otras que las instrucciones que les daban desde la base de monte Enxa, consistentes en no nadar contra la corriente, dejarse llevar y nadar de nuevo hacia tierra fuera del flujo de agua que discurría hacia el mar abierto.
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