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La oposición pidió que las alegaciones sobre posibles bajas temerarias en la obra de la piscina quedaran sobre la mesa
Y es que aprovechan cualquier ocasión para atizarse. Los ediles en funciones de la corporación de Porto do Son, cuya representación expira el sábado, no se cortan ni un pelo para acusarse o reprocharse mutuamente. Ayer no podía ser menos. En un asunto de puro trámite en una sesión extraordinaria urgente, volvieron a salir a relucir los cuchillos con acusaciones de todo tipo.
El grupo de gobierno en funciones convocó la sesión para estudiar un escrito presentado por una empresa en la que se daba cuenta de que varias firmas podían incurrir en un supuesto de baja temeraria en las ofertas presentadas para construir la piscina municipal.
La decisión de la corporación era si se paralizaba el proceso o, por el contrario, continuaban los trámites. Hubo un empate a siete votos, por lo que el proceso continúa al desestimarse el recurso interpuesto.
La oposición, disconforme
Los ediles del PP y los dos independientes convocaron una rueda de prensa antes de la sesión para mostrar su disconformidad por llevar un asunto de trámite a pleno cuando «pode esperar unha semana», dijo el popular Manuel Tomé.
El debate fue calentándose con el paso de los minutos y el primero en poner el grito en el cielo fue el popular Manuel Tomé. Acusó al equipo de gobierno de no estar legitimado para tomar esa decisión y lo acusó de «un presunto interese escuro».
Joaquina Fernández, la edila socialista que fue destituida por Pastor Rodríguez, también aprovechó la sesión para avivar el fuego de la polémica. Dijo que no era ético llevar el asunto a pleno a cinco días de la toma de posesión de la nueva corporación. Acusó a sus compañeros de partido de poner todo tipo de obstáculos para que «non puidera ver a documentación».
Por su parte, la frentista Ánxela Franco insistió en que era un simple trámite para agilizar la adjudicación de la piscina.
En términos similares se pronunció el mandatario en funciones, Xoán Pastor Rodríguez, aunque sorprendió a todos, incluido el BNG, dando a conocer una reunión con el alcaldable del PP «para falarlle do tema e pareceulle ben», cuestión muy criticada.
Y es que aprovechan cualquier ocasión para atizarse. Los ediles en funciones de la corporación de Porto do Son, cuya representación expira el sábado, no se cortan ni un pelo para acusarse o reprocharse mutuamente. Ayer no podía ser menos. En un asunto de puro trámite en una sesión extraordinaria urgente, volvieron a salir a relucir los cuchillos con acusaciones de todo tipo.
El grupo de gobierno en funciones convocó la sesión para estudiar un escrito presentado por una empresa en la que se daba cuenta de que varias firmas podían incurrir en un supuesto de baja temeraria en las ofertas presentadas para construir la piscina municipal.
La decisión de la corporación era si se paralizaba el proceso o, por el contrario, continuaban los trámites. Hubo un empate a siete votos, por lo que el proceso continúa al desestimarse el recurso interpuesto.
La oposición, disconforme
Los ediles del PP y los dos independientes convocaron una rueda de prensa antes de la sesión para mostrar su disconformidad por llevar un asunto de trámite a pleno cuando «pode esperar unha semana», dijo el popular Manuel Tomé.
El debate fue calentándose con el paso de los minutos y el primero en poner el grito en el cielo fue el popular Manuel Tomé. Acusó al equipo de gobierno de no estar legitimado para tomar esa decisión y lo acusó de «un presunto interese escuro».
Joaquina Fernández, la edila socialista que fue destituida por Pastor Rodríguez, también aprovechó la sesión para avivar el fuego de la polémica. Dijo que no era ético llevar el asunto a pleno a cinco días de la toma de posesión de la nueva corporación. Acusó a sus compañeros de partido de poner todo tipo de obstáculos para que «non puidera ver a documentación».
Por su parte, la frentista Ánxela Franco insistió en que era un simple trámite para agilizar la adjudicación de la piscina.
En términos similares se pronunció el mandatario en funciones, Xoán Pastor Rodríguez, aunque sorprendió a todos, incluido el BNG, dando a conocer una reunión con el alcaldable del PP «para falarlle do tema e pareceulle ben», cuestión muy criticada.
Espadas en mano y jugadas maestras hasta la última hora
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