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La de Boiro recortó actividades a la mitad//El Concello adeuda 600.000 € por la de Santa Comba// Peligra el futuro de la de Ordes//La de Noia mantiene abierto un conflicto salarial
La crisis económica empieza a hacer mella también en la gestión de las piscinas climatizadas del Área de Compostela (al menos en las que están privatizadas).
Y es que, si en el ámbito empresarial lo primero que se suele recortar es, por ejemplo, el gasto publicitario, en el ámbito personal los primeros ajustes suelen ser en el ocio. Lo sabe muy bien, por ejemplo, la empresa Sidecu, que gestiona la piscina de Boiro y que, ante el bajón de ingresos, se vio obligada a reducir su cartera de servicios y a prescindir de personal.
Pero el Concello cree que la empresa está soltando lastre porque quiere deshacerse de la gestión. En este sentido, el alcalde afirma que la empresa "se negó a prestar sus servicios a 80 alumnos que pagaron por adelantado, alegando que carecía de monitores". El gobierno estudia denunciar a la empresa por incumplir el contrato y retirarle la concesión.
En Noia, Gaia intentó subir la tarifa a colectivos de discapacitados y tercera edad, lo que le valió una reprimenda del Concello y la amenaza de otro expediente (el primero fue por deficiencias, en su mayoría corregidas). Tiene un expediente abierto por diferencias salariales.
En Santa Comba, Aquagest reclama al Concello más de 600.000 € por tasas de la piscina; el gobierno reconoce las deudas, pero añade que hubo un deficiente mantenimiento. La polémica llegó al juzgado.
En Ordes, el nulo interés que suscitó el concurso para renovar la concesión obligó a Espro Ade a prorrogar contra su voluntad el servicio hace dos años. En su día fracasó el intento por municipalizar la piscina (la única en 30 kilómetros). Tampoco ayuda para la rentabilidad que la competencia sea cada vez mayor, pues sólo en el Área de Compostela hay 18 piscinas climatizadas y otras dos en proyecto: una en Teo y otra en O Son. La primera (ya licitada) se ubicará en A Ramallosa, será realidad en 2012 y costará 2,1 millones.
La de O Son se ubicará en Noal y costará 1,6 millones.
Pero no sólo la cercanía de este tipo de complejos aviva la competencia; también la oferta de servicios y las tarifas (que oscilan entre los 21,67 € al mes en Cee, 23 en Muros, 25 en Boiro y 27 en A Pobra), a lo que cabe sumar la matrícula. Pero el denominador común es el mantenimiento.
En la de Boiro, con 1.100 usuarios, el canon que la firma paga al Concello es de 1.500 € al año; la de A Estrada (la única de la Xunta, en la AGS), 1.800 € al mes.
Cabe reconocer la incidencia de las piscinas en el empleo; generan 14 en Boiro, de 8 a 15 en Padrón, 8 en Muros, 10 en A Pobra, 10 en Cee, 10 en Outes, 9 en Ribeira, 14 en Rianxo, 17 en A Estrada y 8 en Cabana. La media de usuarios es de 1.500, aunque las dos de Carballo tienen 5.687, la de Rianxo 1.725, la de Cee 2.000 y la pobrense 2.900.
LAS CIFRAS
3.500 metros cúbicos de agua. El agua no es el mayor gasto que genera una piscina, que puede consumir aproximadamente unos 3.500 metros cúbicos al año. Pero ese volumen requiere 8.000 litros de cloro (unos 4.000 euros al año).
25.000 euros por el gasóleo. Es lo que paga cada año el Concello de Ribeira en el capítulo destinado al combustible de la piscina municipal; la cifra anual que se paga por el mismo concepto en las instalaciones del municipio de Muros es de 13.239 euros.
8.253 euros. Tener las aguas en un estado óptimo cuesta, por ejemplo, en la piscina municipal de Ribeira un total de 4.425 euros en productos, 1.754 euros en análisis del agua y 2.074 euros para los necesarios tratamientos químicos.
La crisis económica empieza a hacer mella también en la gestión de las piscinas climatizadas del Área de Compostela (al menos en las que están privatizadas).
Y es que, si en el ámbito empresarial lo primero que se suele recortar es, por ejemplo, el gasto publicitario, en el ámbito personal los primeros ajustes suelen ser en el ocio. Lo sabe muy bien, por ejemplo, la empresa Sidecu, que gestiona la piscina de Boiro y que, ante el bajón de ingresos, se vio obligada a reducir su cartera de servicios y a prescindir de personal.
Pero el Concello cree que la empresa está soltando lastre porque quiere deshacerse de la gestión. En este sentido, el alcalde afirma que la empresa "se negó a prestar sus servicios a 80 alumnos que pagaron por adelantado, alegando que carecía de monitores". El gobierno estudia denunciar a la empresa por incumplir el contrato y retirarle la concesión.
En Noia, Gaia intentó subir la tarifa a colectivos de discapacitados y tercera edad, lo que le valió una reprimenda del Concello y la amenaza de otro expediente (el primero fue por deficiencias, en su mayoría corregidas). Tiene un expediente abierto por diferencias salariales.
En Santa Comba, Aquagest reclama al Concello más de 600.000 € por tasas de la piscina; el gobierno reconoce las deudas, pero añade que hubo un deficiente mantenimiento. La polémica llegó al juzgado.
En Ordes, el nulo interés que suscitó el concurso para renovar la concesión obligó a Espro Ade a prorrogar contra su voluntad el servicio hace dos años. En su día fracasó el intento por municipalizar la piscina (la única en 30 kilómetros). Tampoco ayuda para la rentabilidad que la competencia sea cada vez mayor, pues sólo en el Área de Compostela hay 18 piscinas climatizadas y otras dos en proyecto: una en Teo y otra en O Son. La primera (ya licitada) se ubicará en A Ramallosa, será realidad en 2012 y costará 2,1 millones.
La de O Son se ubicará en Noal y costará 1,6 millones.
Pero no sólo la cercanía de este tipo de complejos aviva la competencia; también la oferta de servicios y las tarifas (que oscilan entre los 21,67 € al mes en Cee, 23 en Muros, 25 en Boiro y 27 en A Pobra), a lo que cabe sumar la matrícula. Pero el denominador común es el mantenimiento.
En la de Boiro, con 1.100 usuarios, el canon que la firma paga al Concello es de 1.500 € al año; la de A Estrada (la única de la Xunta, en la AGS), 1.800 € al mes.
Cabe reconocer la incidencia de las piscinas en el empleo; generan 14 en Boiro, de 8 a 15 en Padrón, 8 en Muros, 10 en A Pobra, 10 en Cee, 10 en Outes, 9 en Ribeira, 14 en Rianxo, 17 en A Estrada y 8 en Cabana. La media de usuarios es de 1.500, aunque las dos de Carballo tienen 5.687, la de Rianxo 1.725, la de Cee 2.000 y la pobrense 2.900.
LAS CIFRAS
3.500 metros cúbicos de agua. El agua no es el mayor gasto que genera una piscina, que puede consumir aproximadamente unos 3.500 metros cúbicos al año. Pero ese volumen requiere 8.000 litros de cloro (unos 4.000 euros al año).
25.000 euros por el gasóleo. Es lo que paga cada año el Concello de Ribeira en el capítulo destinado al combustible de la piscina municipal; la cifra anual que se paga por el mismo concepto en las instalaciones del municipio de Muros es de 13.239 euros.
8.253 euros. Tener las aguas en un estado óptimo cuesta, por ejemplo, en la piscina municipal de Ribeira un total de 4.425 euros en productos, 1.754 euros en análisis del agua y 2.074 euros para los necesarios tratamientos químicos.
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