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La totalidad de municipios barbanzanos ha logrado reducir su volumen de deuda viva durante el ejercicio 2010. La excepción ha sido Porto do Son, que aumentó su nivel de endeudamiento bancario en algo más de 370.000 euros, lo que porcentualmente representa un incremento del 17,1% en relación al 2009. Cabe señalar que el ejecutivo solicitó un préstamo destinado a satisfacer facturas que llevaban años sin abonar.
En el otro extremo están Outes, Muros y Carnota que, en doce meses, amortizaron más del 20% de sus créditos bancarios.
A que los concellos hayan aminorado sus créditos han ayudado iniciativas estatales como la que obligaba a reducir en un 5% los salarios de los trabajadores públicos.
Destino de las nóminas
La normativa que regula esta medida establece que el dinero descontado en las nóminas de los funcionarios fuese destinado a paliar los remanentes negativos de tesorería o, en el caso de que estos no existiesen, a amortizar la deuda.
Pese a todo, esta circunstancia se antoja insuficiente para el caso de municipios como Boiro, Rianxo o Ribeira, que tienen el dudoso honor de encontrarse entre los 20 de Galicia con un mayor volumen de deuda viva.
Por delante de los barbanzanos, además de las siete grandes ciudades, están municipios como Vilagarcía, Sanxenxo o Narón, todos con deudas superiores a la decena de millones de euros. En su mismo escalafón se encuentran Viveiro, Nigrán, Ames o Lalín con una deuda viva superior a los cinco millones.
En el otro extremo están Outes, Muros y Carnota que, en doce meses, amortizaron más del 20% de sus créditos bancarios.
A que los concellos hayan aminorado sus créditos han ayudado iniciativas estatales como la que obligaba a reducir en un 5% los salarios de los trabajadores públicos.
Destino de las nóminas
La normativa que regula esta medida establece que el dinero descontado en las nóminas de los funcionarios fuese destinado a paliar los remanentes negativos de tesorería o, en el caso de que estos no existiesen, a amortizar la deuda.
Pese a todo, esta circunstancia se antoja insuficiente para el caso de municipios como Boiro, Rianxo o Ribeira, que tienen el dudoso honor de encontrarse entre los 20 de Galicia con un mayor volumen de deuda viva.
Por delante de los barbanzanos, además de las siete grandes ciudades, están municipios como Vilagarcía, Sanxenxo o Narón, todos con deudas superiores a la decena de millones de euros. En su mismo escalafón se encuentran Viveiro, Nigrán, Ames o Lalín con una deuda viva superior a los cinco millones.
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