:lvg: | 3/8/2010
Durante el pasado año se registraron en la comarca 1.005 nacimientos y 1.299 defunciones, es decir, el saldo vegetativo fue negativo en 294 personas. Si bien estos datos pueden resultar, a primera vista, claramente recesivos desde el punto de vista demográfico, lo cierto es que son los mejores de la última década. Ahora bien, solo en Ribeira y Boiro la cifra de alumbramientos supera a la de fallecimientos.
El aspecto positivo es que desde 1997, en que la pérdida de población por este concepto se situó en 293 habitantes, no se registraba una diferencia menor entre el número de alumbramientos y el de decesos.
Según los datos que acaba de publicar el Instituto Galego de Estatística (IGE), el saldo vegetativo del 2009 mejora sensiblemente al contabilizado hace un año, cuando el número de nacidos fue de 980 y el de personas fallecidas de 1.346, lo que supuso un descenso de 366 registros en los padrones de habitantes.
Pese a que las estadísticas del IGE pueden dejar entrever una lenta ruptura de la tendencia claramente negativa en lo referente a la evolución natural de la población, y aunque siete de los once municipios de la zona mejoran sus cifras, lo cierto es que la situación demográfica de Barbanza dista mucho de ser la ideal. Solo Boiro y Ribeira se mueven en números positivos. El resto ven como, un año más, merma su vecindario a un ritmo preocupante. Es el caso de Outes, con una diferencia entre nacidos y fallecidos de 77 personas; Mazaricos, 50; Muros, 46; o Porto do Son, 42.
Leve mejoría
Carnota, Lousame, Pobra y Noia, por su parte, logran frenar levemente la sangría.
El último cuarto de siglo ha resultado demoledor para la comarca, con unas estadísticas que apuntan a que la pérdida total de población, en lo referente al crecimiento vegetativo, ha sido de 4.254 personas, cifra superior al censo de Lousame
Las cosas no fueron mejor, durante el pasado ejercicio, en el conjunto de la comunidad gallega donde, por primera vez desde 2002, se produjo un descenso del número de nacimientos mientras que las defunciones siguen creciendo.
El aspecto positivo es que desde 1997, en que la pérdida de población por este concepto se situó en 293 habitantes, no se registraba una diferencia menor entre el número de alumbramientos y el de decesos.
Según los datos que acaba de publicar el Instituto Galego de Estatística (IGE), el saldo vegetativo del 2009 mejora sensiblemente al contabilizado hace un año, cuando el número de nacidos fue de 980 y el de personas fallecidas de 1.346, lo que supuso un descenso de 366 registros en los padrones de habitantes.
Pese a que las estadísticas del IGE pueden dejar entrever una lenta ruptura de la tendencia claramente negativa en lo referente a la evolución natural de la población, y aunque siete de los once municipios de la zona mejoran sus cifras, lo cierto es que la situación demográfica de Barbanza dista mucho de ser la ideal. Solo Boiro y Ribeira se mueven en números positivos. El resto ven como, un año más, merma su vecindario a un ritmo preocupante. Es el caso de Outes, con una diferencia entre nacidos y fallecidos de 77 personas; Mazaricos, 50; Muros, 46; o Porto do Son, 42.
Leve mejoría
Carnota, Lousame, Pobra y Noia, por su parte, logran frenar levemente la sangría.
El último cuarto de siglo ha resultado demoledor para la comarca, con unas estadísticas que apuntan a que la pérdida total de población, en lo referente al crecimiento vegetativo, ha sido de 4.254 personas, cifra superior al censo de Lousame
Las cosas no fueron mejor, durante el pasado ejercicio, en el conjunto de la comunidad gallega donde, por primera vez desde 2002, se produjo un descenso del número de nacimientos mientras que las defunciones siguen creciendo.
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