:lvg: | 13/10/2010
El ejecutivo sonense dice que solo falta expropiar un terreno para aprobar la actuación.
La oposición popular culpa al gobierno de coalición de «non querer sacar adiante un proxecto iniciado polo PP».
En lo que sí coinciden todas las partes implicadas es que el municipio sonense posee una «mina de ouro que non sabemos explotar». Y es que las atrasadas y urgentes medidas que requiere el castro de Baroña se encuentran encadenadas en el interior de un plan especial que desde el 2009 duerme el sueño eterno en algún cajón de la casa consistorial. Algo, que además genera acusaciones entre la clase política local, llegando a asegurar que los intereses electorales están por delante de la obligación que tienen los gestores de sacar brillo a este patrimonio descuidado y obsoleto, adaptándolo a los nuevos tiempos con un centro de interpretación y el acondicionamiento tanto de los accesos como de una normativa que impida el todo vale que a día de hoy continua imperando.
Este nuevo asalto político lo ha iniciado el ex regidor popular Manuel Tomé, quien no duda en acusar al grupo de gobierno de «non querer sacar adiante un proxecto iniciado polo PP». Tomé hace referencia al anteriormente nombrado plan especial, que en su día se encargó y pagó bajo su mandato y que serviría como instrumento para ordenar el entorno del yacimiento. «Trátase dun documento que levamos a pleno en outubro de 2009 e que tanto PSdeG como BNG rexeitaron para que non nos leváramos o mérito». El portavoz popular añadió también que se perdió el compromiso que existía desde la Xunta de Galicia, por el que costeaba «o 80% da inversión necesaria para construir o centro de interpretación».
Réplica municipal
Desde el grupo de gobierno entienden que las acusaciones que proceden de las filas conservadoras nada tienen que ver con la realidad, y apuntan que el motivo por el que no se ha sacado a delante este plan especial es la decisión de un vecino que tiene que aceptar la expropiación de una finca que condiciona todo el proyecto. Desde el ejecutivo local apuntan que a este propietario se le ofrecieron unos terrenos en compensación y que este sonense todavía no ha dado una respuesta firme al Concello que afiance o retrase esta obligatoria rehabilitación.
Los expertos reiteran el «estado calamitoso» de la construcción
Los primeros -pero no por ello apresurados- resultados que se han obtenido del estudio encargado por la Consellería de Cultura para analizar la salud del castro de Baroña revelan el «estado calamitoso» en el que se encuentra esta construcción que anualmente recibe miles de visitas de manera incontrolada y a las que nadie pone freno sobre lo que se debe o no hacer en el yacimiento.
Era precisamente uno de los arqueólogos encargados de realizar este chequeo a los pies del litoral sonense quien aseguraba que han de tomarse medidas urgentemente, ya que hace más de catorce años que la mano del hombre no contribuye a la restauración de estas históricas piedras, que suponen uno de los mejores legados del hombre en todo el territorio gallego. Añaden también que este verano el paso incontrolado de turistas generó una basura que todavía es visible hoy en día, tanto en el entorno del castro como en su interior. Otra de las evidencias que demuestra esta caótica situación es la permisividad con la que los turistas levantaron por segundo verano consecutivo pequeñas esculturas con los cantos del entorno, que aunque pertenecen al arenal anexo pueden dar píe al mismo uso con las piedras protegidas, añadieron los mismo expertos.
La oposición popular culpa al gobierno de coalición de «non querer sacar adiante un proxecto iniciado polo PP».
En lo que sí coinciden todas las partes implicadas es que el municipio sonense posee una «mina de ouro que non sabemos explotar». Y es que las atrasadas y urgentes medidas que requiere el castro de Baroña se encuentran encadenadas en el interior de un plan especial que desde el 2009 duerme el sueño eterno en algún cajón de la casa consistorial. Algo, que además genera acusaciones entre la clase política local, llegando a asegurar que los intereses electorales están por delante de la obligación que tienen los gestores de sacar brillo a este patrimonio descuidado y obsoleto, adaptándolo a los nuevos tiempos con un centro de interpretación y el acondicionamiento tanto de los accesos como de una normativa que impida el todo vale que a día de hoy continua imperando.
Este nuevo asalto político lo ha iniciado el ex regidor popular Manuel Tomé, quien no duda en acusar al grupo de gobierno de «non querer sacar adiante un proxecto iniciado polo PP». Tomé hace referencia al anteriormente nombrado plan especial, que en su día se encargó y pagó bajo su mandato y que serviría como instrumento para ordenar el entorno del yacimiento. «Trátase dun documento que levamos a pleno en outubro de 2009 e que tanto PSdeG como BNG rexeitaron para que non nos leváramos o mérito». El portavoz popular añadió también que se perdió el compromiso que existía desde la Xunta de Galicia, por el que costeaba «o 80% da inversión necesaria para construir o centro de interpretación».
Réplica municipal
Desde el grupo de gobierno entienden que las acusaciones que proceden de las filas conservadoras nada tienen que ver con la realidad, y apuntan que el motivo por el que no se ha sacado a delante este plan especial es la decisión de un vecino que tiene que aceptar la expropiación de una finca que condiciona todo el proyecto. Desde el ejecutivo local apuntan que a este propietario se le ofrecieron unos terrenos en compensación y que este sonense todavía no ha dado una respuesta firme al Concello que afiance o retrase esta obligatoria rehabilitación.
Los expertos reiteran el «estado calamitoso» de la construcción
Los primeros -pero no por ello apresurados- resultados que se han obtenido del estudio encargado por la Consellería de Cultura para analizar la salud del castro de Baroña revelan el «estado calamitoso» en el que se encuentra esta construcción que anualmente recibe miles de visitas de manera incontrolada y a las que nadie pone freno sobre lo que se debe o no hacer en el yacimiento.
Era precisamente uno de los arqueólogos encargados de realizar este chequeo a los pies del litoral sonense quien aseguraba que han de tomarse medidas urgentemente, ya que hace más de catorce años que la mano del hombre no contribuye a la restauración de estas históricas piedras, que suponen uno de los mejores legados del hombre en todo el territorio gallego. Añaden también que este verano el paso incontrolado de turistas generó una basura que todavía es visible hoy en día, tanto en el entorno del castro como en su interior. Otra de las evidencias que demuestra esta caótica situación es la permisividad con la que los turistas levantaron por segundo verano consecutivo pequeñas esculturas con los cantos del entorno, que aunque pertenecen al arenal anexo pueden dar píe al mismo uso con las piedras protegidas, añadieron los mismo expertos.
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