18 octubre 2010

El superviviente de O Son estuvo siete horas en el agua atado a los cadáveres

:lvg: | 18/10/2010
José Manuel Pérez quería evitar que el mar desplazara los cuerpos de sus amigos fallecidos.
Un fallo en la dirección hizo que la lancha perdiese el control y que los tripulantes saliesen despedidos.


La avería del sistema de dirección de la lancha en la que los tres amigos sonenses habían salido a pescar la tarde del sábado se perfila como la causa de esta nueva tragedia marítima. El fallo provocó que la embarcación perdiera el control y empezara a dar vueltas sin parar. Sus tripulantes salieron despedidos y dos, Juan Torres Parada y Benigno Torres González, de 26 años, fueron golpeados en la cabeza por la hélice del motor, que les ocasionó cortes mortales.

Así se lo relató el superviviente de este fatal suceso, el hostelero José Manuel Pérez Míguez, a su mujer, Luz Divina González: «Explicoume que rompera a dirección da lancha e que cada un foi golpeado polo motor para un lado». Pese a la confusión y al terrible momento que estaba viviendo, José Manuel buscó a sus amigos y, tras percatarse de que habían fallecido, los amarró a su cuerpo para evitar que el fuerte oleaje los desplazara del lugar.

Aferrado a los dos cadáveres permaneció el hostelero durante unas siete horas. Y es que, pese que no lo sabe con exactitud, Pérez cree que el accidente tuvo lugar sobre las ocho de la tarde -cuando los tres submarinistas se preparaban para regresar a casa- y las embarcaciones que los rescataron no llegaron al lugar del suceso hasta las tres y media de la madrugada.

Voz de alarma

Fue a esta hora cuando dio sus frutos el dispositivo de búsqueda que se había montado hacia la medianoche, cuando los familiares de los desaparecidos, que habían salido de pesca después de comer, dieron la voz de alarma. Los primeros barcos que llegaron a Feltro, en Seráns, donde tuvo lugar el suceso, fueron el Playa de Seiras , que trasladó al superviviente hasta al muelle de Porto do Son; y el Cuatro Hermanos , que se encargó de llevar los cuerpos de los fallecidos.

En el puerto sonense, además de cientos de vecinos, estaba esperando un helicóptero, que trasladó a José Manuel Pérez hasta el Hospital Meixoeiro, de Vigo, donde ingresó con síntomas de hipotermia y en estado de shock . Sin embargo, a última hora de la tarde de ayer ya se encontraba descansando en casa.

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