17 octubre 2010

Los empresarios reivindicaron en la gala apoyo para salir de la crisis

:lvg: | 17/10/2010
Torres Colomer abogó por agilizar los pagos a las firmas que trabajan para las distintas administraciones
El restaurante mazaricano Casa Pego se hizo con el Dolmen de Ouro en una velada marcada por la austeridad


Era su día. El viernes por la noche tuvo lugar en el restaurante Baiuca de Ribeira la celebración de la edición número veintidós de la gala de los Dolmen de Ouro, que organizó la Federación de Empresarios do Barbanza (FEB) y que tuvo como anfitriona a la patronal de Santa Uxía. Unas 320 personas entre empresarios e invitados acudieron a la cita de este año, que estuvo marcada por la austeridad. Tanto las autoridades presentes como los representantes de los emprendedores de la zona hicieron hincapié en la grave situación que está atravesando la economía del país y que repercute en todos los sectores industriales. Así, en los discursos primaron las palabras de ánimo y también de la necesidad de aunar esfuerzos entre todos para salir adelante.

Hubo peticiones de todo tipo, pero principalmente aquellas dirigidas a los políticos relacionadas con ayudas financieras y más infraestructuras. También hubo pullas para las entidades bancarias con la finalidad de que abriesen algo más la mano.

El primero en abrir el fuego fue el responsable de la patronal anfitriona, José Paz. Recordó a los presentes que todavía son tiempos difíciles y entre todos, «debemos facer un fronte común para saír adiante». Pidió ayuda a la Administración para que «nos bote unha man». En sus reivindicaciones solo una petición: «Queremos máis chan industrial e que o macropolígono sexa unha realidade canto antes».

Elogios

La presidenta de la FEB, Gladys Bermúdez, y tras felicitar a los premiados, agradeció el esfuerzo de todos los empresarios por su constante labor. Durante su intervención tuvo un recuerdo especial para aquellos autónomos que lo están a pasar mal por la crisis y los conminó a que «saian adiante o máis rápido posible polo ben das empresas da comarca».

Pero la presencia de diversas autoridades no pasó desapercibida para la responsable de la patronal comarcal y a ellos les pidió que rentabilicen los impuestos y que le den a Barbanza «o que necesite».

Gladys Bermúdez insistió en sus peticiones a las autoridades y recordó la necesidad de contar con más suelo industrial y ayudas públicas para los emprendedores para modernizar las empresas.

Por último, dijo que les daba un aprobado raspado a los políticos pero para el año «terán que volver a pasar o exame».

Antes de dar paso a la entrega de los Dolmen de Ouro, se subió al estrado el alcalde de Ribeira, José Luis Torres Colomer. Sus elogios fueron para «os homes e mulleres que son o berce da vida económica do Barbanza e hoxe estamos aquí cos emprendedores que fan unha comarca puxante e por iso, as Administracións teñen que apoiar o máximo posible».

El alcalde ribeirense también pidió al resto de autoridades que no se demoren en los pagos y satisfagan cuanto antes las deudas contraídas con los pequeños empresarios. Hizo una llamada a los bancos para que «axuden e colaboren cos empresarios».

A continuación, se procedió a la entrega de los galardones a las once empresas seleccionadas por sus respectivas patronales y por el Centro Empresarial da Construción do Barbanza.

El presentador fue llamando uno a uno a los premiados de Padrón, Rianxo, Boiro, A Pobra, Ribeira, Porto do Son, Noia, Outes, Muros y Mazaricos.

La emoción se mantuvo hasta el último momento para conocer al ganador del Dolmen de Ouro. Al final, se lo llevó el restaurante Casa Pego, de Mazaricos. Eso sí, la decisión final fue muy reñida.

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