:lvg: | 21/10/2010
El comité de empresa anuncia más movilizaciones para defender su futuro laboral
Su supervivencia no depende únicamente del vil metal. Además de los problemas derivados de la deuda acumulada por algunos ayuntamientos y del machazo que en forma de sentencia judicial ha ordenado la paralización de cualquier actividad en el interior del recinto en el que se encuentra la planta de Servia, hay que añadir ahora, y según apuntan los trabajadores que han convertido a esta explotación en un referente nacional de reciclaje, las consecuencias de organización que tendrá la decisión de Ecoembes de dejar de recoger los envases ligeros.
Este cambio, que en un principio estaba previsto que se empezara a aplicar al finalizar el verano, pretende dejar de recoger el 70% de los envases ligeros que entran en esta planta lousamiana. Según apuntaron fuentes internas en su día, esta decisión supondría para la empresa concesionaria, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), un agujero financiero de 600.000 euros aproximadamente. Algo que, a falta de la confirmación de la firma, para los trabajadores supondría por sí solo motivo de cierre.
Línea de trabajo
Este argumento que difunden los empleados sobre la decisión de Ecoembes y sus consecuencias económicas, cobra ahora más fuerza si cabe, al asegurar las mismas fuentes que en caso de iniciarse la aplicación de esta medida, el método de funcionamiento de la planta también se paralizaría. Lo explica uno de los trabajadores cuyo cometido es separar la basura que llega procedente de los hogares: «Cuando entran los restos son cuatro las personas que se encargan de separar antes de nada el film, es decir todas las bolsas y envoltorios de plástico, por lo que ahora Ecoembes si deja de recogerlo ya no sería necesario tener a nadie para separarlo, algo que rompería la cadena porque impide visualizar el resto de los residuos al taparlos».
Así lo explican los trabajadores, que al plantearles la posibilidad de que sea otra firma la que recoja los envases ligeros, dicen que «es imposible, ya que no hay más empresas en el mercado que se dediquen a esto».
Reacciones a la movilización
El comité de empresa, por su parte, se manifestó ayer asegurando que después de la movilización nadie se ha puesto en contacto con ellos.
Además, adelantaron que las manifestaciones se repetirán en fechas próximas.
Su supervivencia no depende únicamente del vil metal. Además de los problemas derivados de la deuda acumulada por algunos ayuntamientos y del machazo que en forma de sentencia judicial ha ordenado la paralización de cualquier actividad en el interior del recinto en el que se encuentra la planta de Servia, hay que añadir ahora, y según apuntan los trabajadores que han convertido a esta explotación en un referente nacional de reciclaje, las consecuencias de organización que tendrá la decisión de Ecoembes de dejar de recoger los envases ligeros.
Este cambio, que en un principio estaba previsto que se empezara a aplicar al finalizar el verano, pretende dejar de recoger el 70% de los envases ligeros que entran en esta planta lousamiana. Según apuntaron fuentes internas en su día, esta decisión supondría para la empresa concesionaria, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), un agujero financiero de 600.000 euros aproximadamente. Algo que, a falta de la confirmación de la firma, para los trabajadores supondría por sí solo motivo de cierre.
Línea de trabajo
Este argumento que difunden los empleados sobre la decisión de Ecoembes y sus consecuencias económicas, cobra ahora más fuerza si cabe, al asegurar las mismas fuentes que en caso de iniciarse la aplicación de esta medida, el método de funcionamiento de la planta también se paralizaría. Lo explica uno de los trabajadores cuyo cometido es separar la basura que llega procedente de los hogares: «Cuando entran los restos son cuatro las personas que se encargan de separar antes de nada el film, es decir todas las bolsas y envoltorios de plástico, por lo que ahora Ecoembes si deja de recogerlo ya no sería necesario tener a nadie para separarlo, algo que rompería la cadena porque impide visualizar el resto de los residuos al taparlos».
Así lo explican los trabajadores, que al plantearles la posibilidad de que sea otra firma la que recoja los envases ligeros, dicen que «es imposible, ya que no hay más empresas en el mercado que se dediquen a esto».
Reacciones a la movilización
El comité de empresa, por su parte, se manifestó ayer asegurando que después de la movilización nadie se ha puesto en contacto con ellos.
Además, adelantaron que las manifestaciones se repetirán en fechas próximas.
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