A este ritmo, será necesario ampliar el salón de plenos sonense para dar cabida a los vecinos. La sesión celebrada a última hora del viernes registró un lleno absoluto de principio a fin, y eso que la polémica que rodea a las obras en la calle Escamas de Portosín eternizó la reunión. Al final, entre mucha controversia, las explicaciones del equipo de gobierno -que no convencieron a casi nadie- y el enfado de los afectados presentes por no poder dirigirse al ejecutivo, se acordó con los votos favorables de la oposición paralizar los trabajos en la zona.
Fue el BNG, junto a Alternativa Veciñal de Porto do Son (AVS), el que llevó a pleno una moción en la que se pedía que se interrumpiesen las obras en la calle Escamas y se modificase el proyecto atendiendo a las reclamaciones de los vecinos. Eso sí, ambos grupos se ofrecieron a retirar su propuesta y evitar la paralización de los trabajos siempre y cuando el alcalde se comprometiese a consensuar con los vecinos, «ou polo menos intentalo», los cambios precisos para paliar las molestias que denuncian los residentes.
Mientras el portavoz de AVS, Gonzalo Pérez, afirmó que «cando votamos estas obras, vostede dixo que se ía humanizar e empedrar toda a rúa, nunca falou de aglomerar nin dunha pantalla de pedra que parece o muro de Berlín», la nacionalista Ánxela Franco incidió en la premura con la que se aprobó el proyecto: «Esta moción preséntase porque, no seu día, o plan anticrise tróuxose a pleno tarde, mal e arrastro, estabamos coma sempre, a última hora co risco de perder os cartos e, temos que recoñecelo, aprobamos uns proxectos sen telos ben mirados».
En la moción, se hablaba de una serie de deficiencias como la dificultad de acceso a personas con minusvalía o la «imposible» entrada a los garajes. También el portavoz del PSOE, Ramón Quintáns, habló de estas cuestiones, acusó al gobierno sonense de «ningunear» a los vecinos e hizo una llamada al diálogo: «Comprométanse a falar coa xente, e aínda que non cheguen a un acordo total, polo menos acerquen posturas, porque non ten sentido facer obras que non beneficien aos veciños».
Informes
Sin embargo, ninguna de estas intervenciones movió al ejecutivo de su postura. Mientras el alcalde, Manuel Tomé, insistía en que se expuso el proyecto a los vecinos, en que se aprobó con los votos de todos los grupos de la corporación y en que siempre está dispuesto a recibir a los ciudadanos, la concejala Asunción Torres acusó a la oposición de mentir y les instó a que acompañasen sus declaraciones sobre las supuestas deficiencias en la calle Escamas con informes: «Vostedes falan moito, pero non traen nin un documento que avale o que din».
Finalmente, y después de que el tenso ambiente llevara a dos vecinos a abandonar la sesión y a otros a pedir a Torres que se disculpase por calificar sus protestas de «sinvergüencería», se aprobó la paralización de las obras con los votos de BNG, AVS y PSOE.
La Voz de Galicia 01/11/2009
Fue el BNG, junto a Alternativa Veciñal de Porto do Son (AVS), el que llevó a pleno una moción en la que se pedía que se interrumpiesen las obras en la calle Escamas y se modificase el proyecto atendiendo a las reclamaciones de los vecinos. Eso sí, ambos grupos se ofrecieron a retirar su propuesta y evitar la paralización de los trabajos siempre y cuando el alcalde se comprometiese a consensuar con los vecinos, «ou polo menos intentalo», los cambios precisos para paliar las molestias que denuncian los residentes.
Mientras el portavoz de AVS, Gonzalo Pérez, afirmó que «cando votamos estas obras, vostede dixo que se ía humanizar e empedrar toda a rúa, nunca falou de aglomerar nin dunha pantalla de pedra que parece o muro de Berlín», la nacionalista Ánxela Franco incidió en la premura con la que se aprobó el proyecto: «Esta moción preséntase porque, no seu día, o plan anticrise tróuxose a pleno tarde, mal e arrastro, estabamos coma sempre, a última hora co risco de perder os cartos e, temos que recoñecelo, aprobamos uns proxectos sen telos ben mirados».
En la moción, se hablaba de una serie de deficiencias como la dificultad de acceso a personas con minusvalía o la «imposible» entrada a los garajes. También el portavoz del PSOE, Ramón Quintáns, habló de estas cuestiones, acusó al gobierno sonense de «ningunear» a los vecinos e hizo una llamada al diálogo: «Comprométanse a falar coa xente, e aínda que non cheguen a un acordo total, polo menos acerquen posturas, porque non ten sentido facer obras que non beneficien aos veciños».
Informes
Sin embargo, ninguna de estas intervenciones movió al ejecutivo de su postura. Mientras el alcalde, Manuel Tomé, insistía en que se expuso el proyecto a los vecinos, en que se aprobó con los votos de todos los grupos de la corporación y en que siempre está dispuesto a recibir a los ciudadanos, la concejala Asunción Torres acusó a la oposición de mentir y les instó a que acompañasen sus declaraciones sobre las supuestas deficiencias en la calle Escamas con informes: «Vostedes falan moito, pero non traen nin un documento que avale o que din».
Finalmente, y después de que el tenso ambiente llevara a dos vecinos a abandonar la sesión y a otros a pedir a Torres que se disculpase por calificar sus protestas de «sinvergüencería», se aprobó la paralización de las obras con los votos de BNG, AVS y PSOE.
La Voz de Galicia 01/11/2009
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