:lvg: | 8/10/2010
La gestora advirtió a la mancomunidad que el 30 de octubre es la fecha límite para presentar una solución firme
La angustia por no conocer cuál será su futuro a corto plazo les acompaña día y noche desde hace tiempo. Una agonía con la que conviven sobre todo desde que se hizo público que la empresa que les paga, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) presentó a la Mancomunidade Serra do Barbanza -propietaria de la planta de residuos de Servia- un escrito en el que advertía de la resolución del contrato por el impago de la deuda acumulada por los concellos y que según apuntaban desde el comité de empresa, vencerá el día 30 de este mes.
Hasta entonces serán 22 días en donde los 150 trabajadores verán como el esfuerzo realizado desde el 2004, y que ha situado a esta planta de reciclaje a la cabeza del Estado por su excelencia y continuidad en un sistema autónomo y diferenciado, que maneja los residuos que producen 85.000 habitantes decantándose por el compostaje y la recuperación, podría irse por el desagüe.
De aquellos barros ....
En caso de llegarse a esta traumática situación, y tal y como reconocen desde la Mancomunidade, la actitud de FCC está justificada, ya que Serra do Barbanza prolongó durante más de seis meses la deuda, algo que la Ley de Contratos prevé como justificación para la solicitud de resolución. Desde la institución barbanzana también desvelaron que la deuda alcanzó los 3,5 millones en junio.
Hasta el momento, FCC ha decidido mantenerse al margen de la informaciones que está generando esta incómoda situación. Esta empresa de ámbito estatal, si decide finalmente rescindir su acuerdo y cesar su actividad en el municipio de Lousame, deberá esperar durante un plazo máximo de tres meses hasta que Serra do Barbanza dé luz verde o rechace su decisión. Fue un portavoz de la mancomunidad quien reconocía ayer mismo que para la institución que gestiona los residuos de nueve ayuntamientos no era rentable involucrase en procesos judiciales.
Lo que está claro es que la tensión que acumulan los 150 trabajadores de esta firma desde hace tiempo complica su día a día en la jornada laboral. Tanto es así que los asalariados prefieren mantener en el anonimato su nombre, pero no cerradas sus bocas, ya que son muchas las cuestiones que exponen al ser preguntados.
A pie de obra
«Lo que tenemos claro es que la culpa es tanto de los concellos por no pagar como de Ecoembes por decidir ahora que no recoge el 70% de los envases ligeros recuperados en la planta, argumentando que esto es un porcentaje que no le corresponde. Además, la Xunta también es culpable al dar el visto bueno a esta decisión incluyéndola en un convenio ya negociado con Ecoembes y que entrará en vigor a partir del 1 de enero». Así de claro lo tienen los trabajadores, que de manera conjunta y en grupo ratificaban estas palabras ayer mismo, reconociendo que ellos son los más perjudicados por un problema que se escapa de sus competencias, las cuales han situado a esta planta a la cabeza.
La angustia por no conocer cuál será su futuro a corto plazo les acompaña día y noche desde hace tiempo. Una agonía con la que conviven sobre todo desde que se hizo público que la empresa que les paga, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) presentó a la Mancomunidade Serra do Barbanza -propietaria de la planta de residuos de Servia- un escrito en el que advertía de la resolución del contrato por el impago de la deuda acumulada por los concellos y que según apuntaban desde el comité de empresa, vencerá el día 30 de este mes.
Hasta entonces serán 22 días en donde los 150 trabajadores verán como el esfuerzo realizado desde el 2004, y que ha situado a esta planta de reciclaje a la cabeza del Estado por su excelencia y continuidad en un sistema autónomo y diferenciado, que maneja los residuos que producen 85.000 habitantes decantándose por el compostaje y la recuperación, podría irse por el desagüe.
De aquellos barros ....
En caso de llegarse a esta traumática situación, y tal y como reconocen desde la Mancomunidade, la actitud de FCC está justificada, ya que Serra do Barbanza prolongó durante más de seis meses la deuda, algo que la Ley de Contratos prevé como justificación para la solicitud de resolución. Desde la institución barbanzana también desvelaron que la deuda alcanzó los 3,5 millones en junio.
Hasta el momento, FCC ha decidido mantenerse al margen de la informaciones que está generando esta incómoda situación. Esta empresa de ámbito estatal, si decide finalmente rescindir su acuerdo y cesar su actividad en el municipio de Lousame, deberá esperar durante un plazo máximo de tres meses hasta que Serra do Barbanza dé luz verde o rechace su decisión. Fue un portavoz de la mancomunidad quien reconocía ayer mismo que para la institución que gestiona los residuos de nueve ayuntamientos no era rentable involucrase en procesos judiciales.
Lo que está claro es que la tensión que acumulan los 150 trabajadores de esta firma desde hace tiempo complica su día a día en la jornada laboral. Tanto es así que los asalariados prefieren mantener en el anonimato su nombre, pero no cerradas sus bocas, ya que son muchas las cuestiones que exponen al ser preguntados.
A pie de obra
«Lo que tenemos claro es que la culpa es tanto de los concellos por no pagar como de Ecoembes por decidir ahora que no recoge el 70% de los envases ligeros recuperados en la planta, argumentando que esto es un porcentaje que no le corresponde. Además, la Xunta también es culpable al dar el visto bueno a esta decisión incluyéndola en un convenio ya negociado con Ecoembes y que entrará en vigor a partir del 1 de enero». Así de claro lo tienen los trabajadores, que de manera conjunta y en grupo ratificaban estas palabras ayer mismo, reconociendo que ellos son los más perjudicados por un problema que se escapa de sus competencias, las cuales han situado a esta planta a la cabeza.
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