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En julio se alcanzaron los 36,4 grados, una cifra récord en la comarca
Galicia, tradicionalmente, es ese lugar al que media España envidia porque en verano se puede dormir sin sudar la gota gorda. Pero, asociado o no al cambio climático, las cosas están cambiando. Y este estío está siendo el de los grandes contrastes. Hubo días en los que apenas se pudo ir a la playa por el fresco reinante y otros en los que el mercurio se desbocó. En julio, en plena ola de calor, se alcanzaron los 36,4 grados, una cifra récord. Esta situación, dicen voces autorizadas, descoloca a los ciudadanos. Y dispara los golpes de calor. De hecho, los socorristas atendieron más de una decena de casos en las playas en lo que va de temporada.
Según explican los socorristas que trabajan en las playas barbanzanas, la mayoría de los golpes de calor se solucionan sin tener que llamar a la ambulancia, únicamente poniendo a la sombra a la persona y dándole de beber. Sin embargo, en algunos casos se requirió la presencia de los servicios sanitarios del 061 porque el nivel de mareo era importante y había peligro de que perdiese la consciencia. Ocurrió, por ejemplo, en Outes. Solo en las playas ribeirenses se registraron en lo que va de verano cinco golpes de calor. Otros socorristas que también tuvieron que bregar con desvanecimientos y similares por culpa de la canícula fueron los de Boiro, A Pobra y Porto do Son,
Más que en el año 2006
Los golpes de calor, lógicamente, coincidieron con los días del verano de mayores temperaturas. Precisamente, y a tenor de los datos de Meteogalicia, la jornada en la que el termómetro subió más fue el 5 de julio, que en la comarca se alcanzaron los 36,4 grados. Se trata de una cifra récord puesto que desde que hay registros nunca se había llegado a ella. Ni siquiera en el año 2006, cuando los montes de la comarca ardieron como nunca en un estío con el mercurio por las nubes.
En lo que va de verano, se sobrepasaron los 30 grados de temperatura durante ocho jornadas. Las previsiones de Meteogalicia indican que mañana volverá a superarse esa cifra; se prevén alcanzar los 31 grados de máxima. En teoría, va a reinar el buen tiempo durante al menos siete días. Esto significa que hay muchas posibilidades de terminar agosto con calor.
En el caso de que los pronósticos se cumplan y en septiembre continúe el tiempo de playa, los ciudadanos deben saber que buena parte de los socorristas solamente están contratados hasta finales de agosto o, como mucho, mediados del mes de septiembre. En algunos casos, los concellos dejan abierta la posibilidad de ampliar las contrataciones si el tiempo se mantiene bueno.
Galicia, tradicionalmente, es ese lugar al que media España envidia porque en verano se puede dormir sin sudar la gota gorda. Pero, asociado o no al cambio climático, las cosas están cambiando. Y este estío está siendo el de los grandes contrastes. Hubo días en los que apenas se pudo ir a la playa por el fresco reinante y otros en los que el mercurio se desbocó. En julio, en plena ola de calor, se alcanzaron los 36,4 grados, una cifra récord. Esta situación, dicen voces autorizadas, descoloca a los ciudadanos. Y dispara los golpes de calor. De hecho, los socorristas atendieron más de una decena de casos en las playas en lo que va de temporada.
Según explican los socorristas que trabajan en las playas barbanzanas, la mayoría de los golpes de calor se solucionan sin tener que llamar a la ambulancia, únicamente poniendo a la sombra a la persona y dándole de beber. Sin embargo, en algunos casos se requirió la presencia de los servicios sanitarios del 061 porque el nivel de mareo era importante y había peligro de que perdiese la consciencia. Ocurrió, por ejemplo, en Outes. Solo en las playas ribeirenses se registraron en lo que va de verano cinco golpes de calor. Otros socorristas que también tuvieron que bregar con desvanecimientos y similares por culpa de la canícula fueron los de Boiro, A Pobra y Porto do Son,
Más que en el año 2006
Los golpes de calor, lógicamente, coincidieron con los días del verano de mayores temperaturas. Precisamente, y a tenor de los datos de Meteogalicia, la jornada en la que el termómetro subió más fue el 5 de julio, que en la comarca se alcanzaron los 36,4 grados. Se trata de una cifra récord puesto que desde que hay registros nunca se había llegado a ella. Ni siquiera en el año 2006, cuando los montes de la comarca ardieron como nunca en un estío con el mercurio por las nubes.
En lo que va de verano, se sobrepasaron los 30 grados de temperatura durante ocho jornadas. Las previsiones de Meteogalicia indican que mañana volverá a superarse esa cifra; se prevén alcanzar los 31 grados de máxima. En teoría, va a reinar el buen tiempo durante al menos siete días. Esto significa que hay muchas posibilidades de terminar agosto con calor.
En el caso de que los pronósticos se cumplan y en septiembre continúe el tiempo de playa, los ciudadanos deben saber que buena parte de los socorristas solamente están contratados hasta finales de agosto o, como mucho, mediados del mes de septiembre. En algunos casos, los concellos dejan abierta la posibilidad de ampliar las contrataciones si el tiempo se mantiene bueno.
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