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Destaca su riqueza, su monumentalidad y la sofisticación de su arquitectura // Desde 2011 las administraciones han invertido 160.000 euros en el yacimiento
La cultura castreña dejó en Galicia numerosas zonas de gran interés arqueológico, muchas de las cuales todavía se conservan. Uno de los ejemplos más representativos de este patrimonio histórico-cultural es el Castro de Baroña, situado en el municipio de Porto do Son.
Este yacimiento es uno de los pocos de la Comunidad que se encuentra al nivel del mar y tan cerca de él. Localizado en una pequeña península, estuvo ocupado entre los siglos I a. C. y I d. C. Consta de dos murallas defensivas y se conservan unas 20 viviendas de planta circular u oval. En el istmo que une el poblado al castro existe un foso de 4 metros de ancho y 3 de fondo, siendo ésta la primera defensa del castro.
Su riqueza, su monumentalidad y la sofisticación de su arquitectura hacen que este excepcional conjunto tenga un valor patrimonial de primer orden. El yacimiento fue designado como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia en el año 2011. Desde entonces, se han llevado a cabo la rehabilitación y la puesta en valor del asentamiento.
La cultura castreña dejó en Galicia numerosas zonas de gran interés arqueológico, muchas de las cuales todavía se conservan. Uno de los ejemplos más representativos de este patrimonio histórico-cultural es el Castro de Baroña, situado en el municipio de Porto do Son.
Este yacimiento es uno de los pocos de la Comunidad que se encuentra al nivel del mar y tan cerca de él. Localizado en una pequeña península, estuvo ocupado entre los siglos I a. C. y I d. C. Consta de dos murallas defensivas y se conservan unas 20 viviendas de planta circular u oval. En el istmo que une el poblado al castro existe un foso de 4 metros de ancho y 3 de fondo, siendo ésta la primera defensa del castro.
Su riqueza, su monumentalidad y la sofisticación de su arquitectura hacen que este excepcional conjunto tenga un valor patrimonial de primer orden. El yacimiento fue designado como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia en el año 2011. Desde entonces, se han llevado a cabo la rehabilitación y la puesta en valor del asentamiento.
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