:lvg: | 3/2/2011
Vendedoras y clientes dicen que la obra debía iniciarse en enero y el Concello afirma que arrancará en marzo
Muy fría. Casi tanto como el hielo sobre el que descansa el pescado que despachan las tres placeras que diariamente trabajan en ella. La plaza de abastos de Porto do Son, que después de dos décadas sin sufrir ningún cambio más que el desgaste propio del tiempo y el uso, no presenta en la actualidad un aspecto que invite a entrar a los clientes, que, aún así, lo hacen a sabiendas la alta calidad de la materia prima que se vende. Es por eso que en el Concello ya han destinado una partida para su reforma, aunque se ha retrasado varias semanas generando malestar entre las placeras.
«Falaron de comezar en xaneiro, o que non sabemos é de que ano», dice una de las tres profesionales. Se llama Manuela Triñanes y ejerce en el mismo lugar desde hace 30 años. Pide que en el proyecto que financiará la Diputación se incluyan «necesidades básicas», como calefacción, agua caliente o erradicar el mal olor que procede las cañerías.
Durante la obra
Era la misma vendedora quien se preguntaba qué harán mientras se ejecute la reforma, ya que, según apunta, «terán que falar con nós para organizarnos durante ese tempo».
Isabel Batalla es otra de las placeras. Su experiencia en el oficio se remonta a dos décadas, quizás por ello su discurso se ha vuelto más crítico: «Esperamos que non empecen a obra para as eleccións e logo tarden tempo en rematala». La tercera de las vendedoras se llama Mari Carmen González, y después de ocho años al frente de su negocio explica que hay cosas básicas que no tienen, como una traída de agua salada, «xa que son moitos os cliente que a piden».
Mientras, a pocos metros, en el Concello, aseguran que las quejas son normales. Explican que el retraso es por cuestiones administrativas que, a priori, se resolverán en el pleno de febrero para comenzar la actuación en marzo con una primera inversión de 57.000 euros y otra segunda, en el 2012, de 36.000.
«É necesario cambiar moitas cousas do mercado e facer melloras para nós e os turistas»
Manuela Pouso
«Hai que renovar as instalacións para competir coas grandes áreas comerciais»
Carmen Pouso
«Lo que está claro es que la mejora hará que el dinero se quede en la economía local»
Carmen Sanlés
Muy fría. Casi tanto como el hielo sobre el que descansa el pescado que despachan las tres placeras que diariamente trabajan en ella. La plaza de abastos de Porto do Son, que después de dos décadas sin sufrir ningún cambio más que el desgaste propio del tiempo y el uso, no presenta en la actualidad un aspecto que invite a entrar a los clientes, que, aún así, lo hacen a sabiendas la alta calidad de la materia prima que se vende. Es por eso que en el Concello ya han destinado una partida para su reforma, aunque se ha retrasado varias semanas generando malestar entre las placeras.
«Falaron de comezar en xaneiro, o que non sabemos é de que ano», dice una de las tres profesionales. Se llama Manuela Triñanes y ejerce en el mismo lugar desde hace 30 años. Pide que en el proyecto que financiará la Diputación se incluyan «necesidades básicas», como calefacción, agua caliente o erradicar el mal olor que procede las cañerías.
Durante la obra
Era la misma vendedora quien se preguntaba qué harán mientras se ejecute la reforma, ya que, según apunta, «terán que falar con nós para organizarnos durante ese tempo».
Isabel Batalla es otra de las placeras. Su experiencia en el oficio se remonta a dos décadas, quizás por ello su discurso se ha vuelto más crítico: «Esperamos que non empecen a obra para as eleccións e logo tarden tempo en rematala». La tercera de las vendedoras se llama Mari Carmen González, y después de ocho años al frente de su negocio explica que hay cosas básicas que no tienen, como una traída de agua salada, «xa que son moitos os cliente que a piden».
Mientras, a pocos metros, en el Concello, aseguran que las quejas son normales. Explican que el retraso es por cuestiones administrativas que, a priori, se resolverán en el pleno de febrero para comenzar la actuación en marzo con una primera inversión de 57.000 euros y otra segunda, en el 2012, de 36.000.
«É necesario cambiar moitas cousas do mercado e facer melloras para nós e os turistas»
Manuela Pouso
«Hai que renovar as instalacións para competir coas grandes áreas comerciais»
Carmen Pouso
«Lo que está claro es que la mejora hará que el dinero se quede en la economía local»
Carmen Sanlés
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