:lvg: | 13/2/2011
Más de cien mil barbanzanos podrán acudir a las urnas el 22 de mayo
Un total de 102.458 barbanzanos podrán ejercer su derecho a voto en las elecciones municipales del próximo 22 de mayo. Esta es la cifra más baja de electores registrada nunca en la zona desde la celebración de los primeros comicios democráticos y no solo por haberse prohibido el voto de los inscritos en el Censo de Residentes en el Extranjero, sino también porque los padrones municipales de los que sí residen habitualmente en la comarca siguen descendiendo año tras año. Tanto es así que el promedio de votantes que se pierden de unas municipales a otras ronda las 200 personas.
En las elecciones locales del año 2007, los llamados a votar fueron 102.634, mientras que en las celebradas en mayo del 2003 ascendieron a 102.834.
Ni siquiera el moderado crecimiento demográfico que se viene registrando en Boiro, Ribeira y Noia -los municipios más poblados de la zona- y en menor medida en Rianxo logra mantener en números positivos la estadística poblacional de la comarca en lo referente a su censo electoral. En gran parte eso es debido al imparable despoblamiento que se registra en territorios como Outes, Mazaricos, Muros o Carnota.
Evolución diferenciada
En este sentido se da una paradoja que resulta cuando menos llamativa a la hora de analizar la realidad demográfica de los municipios de Barbanza, Muros y Noia, y que no es otra que la que constata evoluciones claramente diferenciadas entre los padrones municipales de habitantes, donde figuran todos los vecinos independientemente de su edad. Mientras el padrón conjunto de los once municipios creció en 82 personas desde las elecciones locales del 27 de mayo del 2007, su censo electoral se vio recortado en 176 personas. Es decir la comarca ganó población pero, sin embargo, perdió votantes.
Este hecho se explica principalmente a través de las estadísticas de movimiento natural de población. Parece lógico pensar que sí actualmente hay 529 personas más en el padrón municipal de Boiro que en el 2007 y, sin embargo, la cifra de electores solo se incrementó en 391 votantes, la diferencia la componen el colectivo de ciudadanos que todavía no pueden ejercer el derecho a sufragio.
Por el contrario, el grupo de edad menor de 18 años experimenta una evolución claramente negativa en municipios como Mazaricos o Muros, donde se pierde población y votantes, principalmente debido a la partida de vecinos con destino a otros municipios con más posibilidades de encontrar empleo.
Ascensos y caídas
Sea como fuere, la evolución de la población en la zona y, por tanto, también de sus censos electorales, resulta demoledora y caprichosamente opuesta si se miran los datos censales de las dos citas anteriores.
Sumando las del 2003 y 2007, Boiro y Ribeira vieron engordar su número de potenciales votantes en 627 y 621 personas, respectivamente. En Mazaricos y Outes sucedió todo lo contario, ya que sus censos menguaron en 624 y 622 electores.
Un total de 102.458 barbanzanos podrán ejercer su derecho a voto en las elecciones municipales del próximo 22 de mayo. Esta es la cifra más baja de electores registrada nunca en la zona desde la celebración de los primeros comicios democráticos y no solo por haberse prohibido el voto de los inscritos en el Censo de Residentes en el Extranjero, sino también porque los padrones municipales de los que sí residen habitualmente en la comarca siguen descendiendo año tras año. Tanto es así que el promedio de votantes que se pierden de unas municipales a otras ronda las 200 personas.
En las elecciones locales del año 2007, los llamados a votar fueron 102.634, mientras que en las celebradas en mayo del 2003 ascendieron a 102.834.
Ni siquiera el moderado crecimiento demográfico que se viene registrando en Boiro, Ribeira y Noia -los municipios más poblados de la zona- y en menor medida en Rianxo logra mantener en números positivos la estadística poblacional de la comarca en lo referente a su censo electoral. En gran parte eso es debido al imparable despoblamiento que se registra en territorios como Outes, Mazaricos, Muros o Carnota.
Evolución diferenciada
En este sentido se da una paradoja que resulta cuando menos llamativa a la hora de analizar la realidad demográfica de los municipios de Barbanza, Muros y Noia, y que no es otra que la que constata evoluciones claramente diferenciadas entre los padrones municipales de habitantes, donde figuran todos los vecinos independientemente de su edad. Mientras el padrón conjunto de los once municipios creció en 82 personas desde las elecciones locales del 27 de mayo del 2007, su censo electoral se vio recortado en 176 personas. Es decir la comarca ganó población pero, sin embargo, perdió votantes.
Este hecho se explica principalmente a través de las estadísticas de movimiento natural de población. Parece lógico pensar que sí actualmente hay 529 personas más en el padrón municipal de Boiro que en el 2007 y, sin embargo, la cifra de electores solo se incrementó en 391 votantes, la diferencia la componen el colectivo de ciudadanos que todavía no pueden ejercer el derecho a sufragio.
Por el contrario, el grupo de edad menor de 18 años experimenta una evolución claramente negativa en municipios como Mazaricos o Muros, donde se pierde población y votantes, principalmente debido a la partida de vecinos con destino a otros municipios con más posibilidades de encontrar empleo.
Ascensos y caídas
Sea como fuere, la evolución de la población en la zona y, por tanto, también de sus censos electorales, resulta demoledora y caprichosamente opuesta si se miran los datos censales de las dos citas anteriores.
Sumando las del 2003 y 2007, Boiro y Ribeira vieron engordar su número de potenciales votantes en 627 y 621 personas, respectivamente. En Mazaricos y Outes sucedió todo lo contario, ya que sus censos menguaron en 624 y 622 electores.
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